Homenaje a todos los periodistas humanistas y tracendentes "El amor para el dolor" "Por Ellos" y el periodista Evaristo.

"El amor para el dolor" Por Ellos  y el periodista Evaristo.
"El amor para el dolor" Por Ellos y el periodista Evaristo. Jose Moreno Losada

Hoy, Evaristo Fernández,periodista del HOY -valga la redundancia- recibirá el premio de periodismo que otorga la Archidiócesis Mérida-Badajoz :"premio Antono Montero". Primer arzobispo nuestro, periodista emblemático y amante de la profesión a más no poder. Pensaba escribir sobre Evaristo, pero lo dejo para otra ocasión. Prefiero serviros como testimono de su quehacer profesional el artículo que hoy  mismo está en las páginas del diario regional. Os daréis cuenta del modo de transmitir vida desde la muerte, sabiendo leer lo que la propia realidad muestra, con ojos humanos y tarscendentes. Gracias Evaristo, por recoger todos los guantes que te tiro y hacer de ellos lo propio de un gran profesional: mostrar la vida y su profundidad deste tu ocultación sencilla.Premio" Antonio Montero" a Evaristo

Artículo de Evaristo en el HOY - 17-6-2024

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IMG_0493-1024x683 Jose Moreno Losada

“Cuando pierdes a una hija no eres capaz de hacer cosas, pero si ellos han podido, yo puedo» (María J. Moreno)

Una madre cuyo hijo falleció en un accidente creó hace 15 años ‘Por ellos’, una asociación que presta ayuda a setenta familias de la región.

“Levantarse de la cama, salir de casa, subir al coche, ir a la comunión de un bisnieto, pasar un fin de semana en una casa rural... Todo eso hay que aprenderlo de nuevo cuando se pierde a un hijo, una experiencia traumática a la que busca dar respuesta ‘Por ellos’, una asociación formada por 70 familias que intentan volver a la vida con el apoyo de sus iguales.

 La semilla de ‘Por ellos’ brotó en Esparragalejo.  Concretamente en Maribeli, una madre que perdió a su hijo mayor en un accidente de tráfico. «Ella se sentía muy mal, sin medios para encontrar consuelo a su desconsuelo, y decidió buscar a más familias en la misma situación». Quien recuerda los orígenes es José María Sánchez-Martín, un profesor universitario que perdió a su hijo en el año 2010. «Murió un sábado y el lunes fui a mi trabajo. Ese día había un silencio tan profundo, tan emocionante, que tenía que hacer un esfuerzo tremendo para no echarme a llorar. Ese silencio era un homenaje a mi hijo y cuando terminó la clase me fui al despacho a llorar». «Él tenía un gran puesto en una empresa –prosigue–, yo estaba deseando tener algún nieto y de pronto me quedé sin él. Todavía miro desde la terraza a las parejas que pasan por la calle camino del colegio, y recuerdo que cuando yo lo llevaba de la mano siempre le tenía que contar un cuento que terminase justo cuando llegábamos al colegio: ¡son muchos recuerdos maravillosos!».

Solo de escuchar a José María, entran ganas de llorar. Pero el ahora vicepresidente de ‘Por ellos’ es uno de los activos más valiosos de una asociación que, si no existiese, habría que inventarla. «Él estuvo cuatro años enfermo y tal vez por eso viví un duelo anticipado. Pero la vida es un don que recibimos gratuitamente y lo tenemos que conservar. Yo he trabajado, he viajado, en ningún momento me he sentido imposibilitado para disfrutar de las cosas y de los amigos». A superar el golpe le ayudó el grupo de padres que ya en aquel momento se reunían en Esparragalejo: «Nos veíamos en la casa de la cultura, rodeados de libros. Y algunos domingos me iba a una casa de campo de una familia de Villanueva de la Serena en la que nos juntábamos cinco o seis matrimonios. Algunos domingos regresaba a las doce de la noche». «Lo perdí todo».

Dos años más tarde, Juan José Vicente y Mari Pepa perdieron a su hija Celia. Fue el 22 de julio de 2012, por un aneurisma cerebral. «Perdí el norte, lo perdí todo, rompí los lazos familiares y todo lo que hacía era trabajar. Era incapaz de pronunciar el nombre de mi hija, me echaba a llorar, pero ahora soy el que más hablo en las reuniones y creo que todo lo que hacemos tiene sentido porque estamos proyectando a los demás el cariño que hemos recibido». Juan José es ahora el presidente de ‘Por ellos’. Ocupa el cargo desde mediados de la pasada década y recuerda agradecido el apoyo que recibieron de Fundación La Caixa. «Con la ayuda que nos dieron compramos un ordenador y algunas cosas que necesitábamos. También buscamos psicólogos y profesionales de la salud para que nos ayudaran a trabajar de una forma más metódica». Desde entonces, un psicólogo se reúne con las familias que llegan a la asociación, un apoyo que les permite a afrontar los momentos más complicados.

‘Por ellos’ está compuesta por setenta familias: los martes hay un grupo que se reúne en Badajoz; los jueves, en Villanueva de la Serena; y una vez al mes hay un encuentro en Mérida. Explica Juan José que aprenden a afrontar el duelo y a recuperar la fuerza que necesitan para seguir adelante. También organizan excursiones y programan estancias de fin de semana en casas rurales tres o cuatro veces al año para que familias que tienen más reciente la pérdida «puedan hacer su primer viaje». «Este martes hablamos de esas cosas que nos hemos prohibido, porque cuando muere un hijo no tienes ganas de hacer muchas de las cosas que hacías», confiesa Juan José. «Precisamente hoy quería compartir con vosotros que mi esposa ha vuelto a conducir por primera vez después de 25 meses», anunció Joaquín sin ocultar la emoción que sentía.

«Este domingo fui a la comunión de mi bisnieta y a pesar de que no he olvidado a mi hijo lo pasé bien», apuntó Agustina, que perdió a un hijo hace 45 años y a otro hace solo tres años. «Lo único que hacemos ahora es venir aquí. No hemos vuelto a pisar un bar en el pueblo, la vida nos ha cambiado de tal manera que no es vida, pero al menos aquí cargamos pilas cada martes», expresó un matrimonio que hace ahora un año perdió a su hijo. «Yo en junio estaba medio loca –añadió la madre–, pero pensaba que tenía haber alguien más al que le hubiera pasado esto. Primero contacté con Stop Accidentes y después supe de esta asociación. Aquí por lo menos sentimos que no somos los únicos a los que les ha pasado esta desgracia». «Yo los entiendo perfectamente cuando en la fiesta campera que hacemos cada año me dicen que cómo tenemos valor para irnos un día de campo. Es verdad, dice, Juan José Vicente Presidente de ‘Por ellos’ :«Nunca se supera del todo, pero aquí aprendes a afrontar el duelo y a vivir»

 María José Moreno Ha perdido a una hija «A quien no le ha ocurrido le diría que tome conciencia de lo que es importante» José María Sánchez-Martín Vicepresidente «La vida es un don que recibimos gratuitamente y lo tenemos que conservar»

. «Siempre fui escéptico, no veía claro ir a un lugar en el que cada uno iba a estar con su pena. Para eso están los amigos», le decía Javier a su esposa Cati cuando ella lo animaba a unirse a la asociación. «Al principio tienes a la familia, a los conocidos, pero pasados unos meses casi les molesta que hables de lo que ha sucedido por- que los pones tristes, o no saben cómo afrontarlo y casi no puedes hablar. En la asociación no hay prisas, el tiempo es para ellos», apostilla otra familia.

«Podemos ser felices» «El duelo no se supera, pero sí te puedes reubicar en una nueva vida. Yo creo que podemos llegar a ser felices, que podemos disfrutar de pequeñas cosas», insiste Juan José, que baja la voz hasta convertirla casi en un susurro cuando pronuncia la palabra «felices», una reacción casi instintiva con la que evita dañar a quienes están iniciando el duelo.

El 15 aniversario de la asociación ‘Por ellos’ tuvo lugar el 28 de febrero, pero fue en abril cuando conmemoraron esa fecha en la Parroquia Virgen de Guadalupe de Badajoz, donde hubo una mesa redonda con los psicólogos que han prestado servicios a la asociación. Este templo ha tenido un significado especial para esta asociación, que ha contado desde sus inicios con el impulso del sacerdote diocesano José Moreno Losada, un «paño de lágrimas» siempre a disposición de estas familias.

«Yo no soy creyente, soy atea, y cuando murió mi hija no tenía donde agarrarme. Es como volver a nacer, como estar en el útero y tener que empezar una nueva vida. Pero yo tengo unas cartas buenas: estoy rodeada de mis otros hijos, de la asociación, de los especialistas que nos ayudan... El ser humano a veces necesita ayuda psicológica, pero desgraciadamente por el sistema público no está al alcance de todos. Haría falta más ayuda», se sincera María José Moreno, que perdió a su hija de 22añosacausa de un incendio. «Cuando pierdes a un hijo no eres capaz de casi nada, pero yo ya hago cosas en casa, ya paso menos tiempo en la cama y pienso que si ellos han podido, yo puedo, cualquier persona puede. Ellos son nuestro ejemplo. Sirve mucho la lectura, la naturaleza, el ejercicio físico... A quien no le ha ocurrido una situación como la nuestra yo le diría que tomen conciencia de las cosas importantes en la vida, porque muchas veces le damos importancia a cosas que no son importantes. Yo en la lápida de mi hija tengo escrita la frase que ella llevaba tatuada: «Siempre importancia a lo importante».

Evaristo Fernández . Premio "Antonio Montero"

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