Nuevo encabezado y título "Hacia un nosotros más grande" Mi nueva tarea y mi blog

"Hacia un nosotros más grande"  Mi nueva tarea
"Hacia un nosotros más grande" Mi nueva tarea Jose Moreno Losada

Mi blog lleva años titulándose "Cree en la Universidad", jugábamos con "creer" y "crear" en el ámbito de pastoral universitaria, que era la encomienda apostólica que tenía asignada en la Universidad de Extremadura en Badajoz. Desde ahí hemos caminado y convivido en este espacio de compartir eclesial online. Ahora, tras jubilarme de mi labor universitaria, paso a trabajar en otros espacios eclesiales. He de priorizar la tarea de coordinar y animar la delegación diocesana de migraciones de Mérida-Badajoz, estoy muy contento con este reto. Lo significo con este cambio de cabecera en el que uso un dibujo que me regalaron con cariño en mi cumpleaños hace tiempo, ahí se mezcla los elementos parroquiales y humanos. El slogan me encantó, inspirado en Fratelli Tutti, y en convencimientos personales de este camino unversal de salvación. Gracias a todos los que me acompañais en esta tarea del blog y que me haceís ecos de bondad y acogida. Deseo que el blog sea un facilitador de nuestras comunidades acogedoras y misioneras ante los migrantes.

Queridos hermanos:

4a42fc83-0376-45a7-bb16-8f7be7ea6a32
4a42fc83-0376-45a7-bb16-8f7be7ea6a32 Gamero Gil

Acabo de sentarme en el despacho silencioso que está en el piso segundo de la casa de la Iglesia y que es el que corresponde a la Delegación de Migraciones. Lo primero que hago es ponerme a escribir estas cuatro letras, como decían nuestros mayores, para presentarme ante vosotros y ofrecerme, como nos enseñaron, “para servir a Dios y a usted”.

                En conversación con nuestro arzobispo emérito don Celso, le mostré mi inquietud y deseo de trabajar en este campo pastoral. Las razones son sencillas, la conexión con esta realidad humana en nuestra parroquia a través del centro hermano que está cerca, así como personas que llegaron de un modo u otro a los espacios en los que me movía. También la experiencia esporádica, pero repetida más de diez años, de presencia en Perú para docencia en el seminario san Luis de Jaén, siempre en la compañía del querido y recordado Ricardo. Durante este año en Madrid he estado participando y celebrando en la parroquia de Ntra. Sra. de la Guía, muy marcada por esta pastoral de acompañamiento a inmigrantes, con los que he compartido narraciones y vida de sus procesos.

 Don Celso y Don José, con quien también conversé, consideraron viable que yo prestara este servicio en esta delegación de Migraciones, sustituyendo al amigo Juan Andrés tan enamorado de esta tarea, pero que no ha podido hacerla como le hubiera gustado por falta de disponibilidad temporal –no podemos llegar a todo-, según me manifestaba. A ver si yo logro poder avanzar en el proyecto que él, junto a su equipo, dando continuidad a los anteriores, ya tenía diseñado y que me parece muy acertado y propio para nuestra realidad, además de fundamentado y viable.

Sé que por esta delegación han pasado personas eficaces y enamoradas de la labor: Diego e Inma, Diego Isidoro…Juan Andrés me da cuenta de los núcleos activos que vienen liderando hace tiempo esta labor en lugares significativos: Mérida, Tierra de Barros, Badajoz. Por otra parte, está la gran labor de Cáritas Diocesana, muy extendida y con objetivos muy claros y precisos, con los que colaboraremos y sumaremos nuestras inquietudes. Todo interconectado. Y seguro que hay más grupos y perfiles de personas que no tengo ni idea y que nos vamos a encontrar y reconocer, eso será parte de nuestra labor. Además, me alegra la conexión interdiocesana que ya está lograda, y que volveremos a sentir el 29 de septiembre en Fuente del Maestre, como ya os contaremos, en el encuentro de la Jornada Mundial del migrante y refugiado. Da gusto asumir una tarea con este marco tan positivo y esperanzador.

Yo, personalmente, deseo sumarme a esta labor y dedicarle mi tiempo y mi esfuerzo, una vez terminada mi misión en la universidad, sumándome al de todos para hacer posible esta verdad de fe cristiana de la fraternidad. Me sumerjo con vosotros en el espíritu del Concilio Vaticano II, y últimamente en la carta encíclica Fratelli Tutti y el documento referencial de la Conferencia Episcopal con ese título tan retador de “Comunidades acogedoras y misioneras”.

Os confieso que me siento feliz de trabajar en este campo y de poder hacerlo con todos vosotros compañeros sacerdotes, religiosos y laicos que estáis también tocados por esta sensibilidad evangélica tan importante hoy en la Iglesia y en el mundo. Un abrazo y me reafirmo: “Para servir a Dios y ustedes”. Y comienzo como nos recibían los pobres en Perú cuando nos daban lo mejor que tenían: “Perdone usted, padre, nuestra pobreza”.

Un abrazo ilusionado: Pepe Moreno Losada.

Volver arriba