Alma

Separó Dios un alma de sí mismo y la hizo bella.

Le dio una copa de alegría y le dijo: "No beberás de esta copa sino cuando hayas olvidado el pasado y te hayas desinteresado del futuro".

Le entregó una copa de tristeza, y le dijo: "Beberás de esta copa para que puedas apreciar la dicha de la vida".

Y puso en ella el amor que la abandona ante el primer suspiro de conformidad, y una dulzura que desaparece ante la primera palabra de orgullo.

Y del cielo hizo bajar sobre ella el conocimiento para que la oriente hacia el camino de la verdad.

Y en sus profundidades puso una visión capaz de ver lo invisible.

Y creó en ella sentimientos que fluyen con las imágenes de la imaginación, y que corren con los fantasmas.

Y la vistió con un traje que los ángeles tejieron de las ondulaciones del arco iris.

Y luego puso en ella la oscuridad de la duda, que es la sombra de la luz.

Y tomó un fuego del volcán de la ira, y vientos del desierto de la ignorancia, y arenas de las riberas del mar del egoísmo, y tierra hollada por los pies de los siglos, y amasó el hombre.

Y le dio una fuerza ciega que explota en la locura y se calma ante los deseos.

Y le dio la vida que es la sombra de la muerte.

Y el Dios de los Dioses sonrió entonces y lloró, y sintió un amor sin fin ni límites, e hizo la unión del hombre con su alma.
De Khalil Gibrán

Dedicado a mi madre, que hoy cumple 6 años en el cielo
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