Buenas prácticas en la integración laboral de personas con discapacidad

Es un hecho incuestionable que las personas con discapacidad tienen el mismo derecho que cualquier otra persona a su plena integración social y laboral. Pero, en la práctica, esta sociedad no se lo pone fácil. Hay, no obstante avances que se deben reconocer.

Se ha producido un cambio en el lenguaje que es importante. Dejamos, hace tiempo, de hablar de “discapacitados” y se impuso la denominación “personas con discapacidad”. Actualmente hay quien habla de “personas con otras capacidades”. Y supone un paso más en la integración social, en la medida que refleja mejor la especificidad de las personas a las que nos estamos refiriendo.

El otro cambio importante que se está produciendo tiene que ver con una evolución muy positiva de la incorporación de estas personas al mercado laboral.

Según las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, entre los años 2011 y 2015, fueron 640.000 las personas con diferentes tipos de discapacidad que habían sido contratadas en España.

Como destaca Ignasi Carreras lo importante del dato anterior es que representa un ritmo de incorporación al mercado laboral más alto que el del resto de trabajadores. Y tiene mas merito ese dato porque no siempre ha sido así.

Hace no muchos años España estaba en los puestos de cola de la OCDE respecto a la inserción laboral de personas con discapacidad. Hasta el punto de que el paro afectaba a este colectivo en un 40% más que a la población en general.

Han influido en esta evolución positiva algunas empresas en las cuales su política de Responsabilidad Social Empresarial, (RSE) no ha sido un mero ejercicio marketiniano de lavado de imagen empresarial sino un compromiso real.

Abertis, DKV, Campofrío, Grupo Siro, y otras empresas más son ejemplo de inclusión laboral y desarrollo profesional de personas con discapacidad.

Su mérito está en apostar por la incorporación de este colectivo a su plantilla y ofrecerles la oportunidad de asumir responsabilidades más relevantes que las que tradicionalmente han podido desempeñar en las empresas.

Es un mérito que quiero reconocer, destacar y difundir, para que sirva de referente y ejemplo.
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