Necesidad y lujo

Durante mucho tiempo lo que considerábamos “cosas necesarias” eran aquellas necesidades primarias y fundamentales de la existencia. Y lo que iba más allá de las necesidades era calificado como superfluo y considerado un lujo. Ahora ¿dónde está el límite que marca la separación entre la necesidad y el lujo?

Nuestra sociedad de consumo occidental ha estirado hasta límites insospechados el concepto de necesidades. Abarca la sobreabundancia y lo superfluo.

El deseo anterior arranca desde una concepción de la vida desenfrenada. Tiene que ver con el deseo de pretender todo, hasta el exceso. Lo material y lo inmaterial.

Pero ¿es eso bienestar? ¿lleva eso a la felicidad?

“Es fácil conformarse con los placeres superficiales, vivir sólo para sí mismos, gozando aparentemente de la vida. Pero antes o después, uno se da cuenta de que no se trata de la verdadera felicidad", dijo Benedicto XVI.

La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo. Mis hijas volvieron de Calcuta impactadas por la sonrisa trasmitida por gente que no tenía nada material.

No te obsesiones por los regalos a dar a tus hijos. Mucho menos pretendas comprar con ellos su cariño. Dotales, mejor, de raíces para que tengan una cabeza bien asentada y de alas para que vuelen lejos en busca del sentido profundo de la vida.
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