Preocuparse y ocuparse por la educación de los hijos
José Antonio Marina en “Despertad al diplodocus” sitúa en el punto de mira público el debate sobre el modelo de escuela.
Compara nuestro sistema educativo a un dinosaurio dormido; a un organismo pesadísimo en un irritante estado de pasividad.
No necesitamos leyes ni más teorías pedagógicas, dice. Lo que necesitamos es recuperar la vitalidad y el ánimo.
Dejo a un lado las distintas fuerzas impulsoras mencionadas por JA Marina y me centro en una de ellas: ”la Familia” , destacando las ideas centrales desarrolladas en el libro:
La implicación de las familias en la educación es un factor decisivo para el éxito escolar del niño.
Si los padres no colaboran, el fracaso escolar aumenta.
Los padres educan por acción y por omisión. Interactuando, con el ejemplo y de forma simbólica.
Recomienda hablar a los niños temprana y frecuentemente, leer pronto y mucho, señalar altas expectativas, aceptar los errores como motor de aprendizaje, fomentar una “actitud de crecimiento”.
Clasifica los estilos educativos, en función de la exigencia y la calidez afectiva, en:
autoritario (rigor + frialdad)
responsable (rigor + ternura)
permisivo (laxitud + ternura)
negligente (laxitud + frialdad)
Y concluye que los hijos resultantes de esos estilos son: incompetentes sociales, con autoconfianza, inmaduros o incontrolados.
UN DATO FINAL
En España, el 18% de los padres asisten a las AMPA y la participación en la organización es del 4%. ¿Estás tú entre ellos?