Radiografía de la República Centroafricana que va a visitar el Papa

Ante la visita del Papa los obispos de este país esperan que aporte ánimos, atenúe la tensión existente y devuelva la confianza a su población. La dimensión de los problemas existentes les lleva a decir: "Sin la fe en el resucitado es difícil aguantar el tirón"

La República Centroafricana es un pais poco poblado, situado en el centro de Africa. El 2º mas pobre del mundo. Un 65% de su población son cristianos, un 15% musulmanes y el resto de religiones tradicionales africanas.

Alcanzó su independencia en 1960. Desde 1966 a 1979 estuvo sometido al régimen de terror de Bokassa, al que sucedieron varios dictadores. En el año 2012 el grupo terrorista islamista Seleka sembró el terror y acabó haciéndose con el poder. En septiembre de 2013 el presidente disolvió Seleka pero sin resultados reales.

Ante el descontrol e inseguridad existentes el obispo Monseñor Juan Jose Aguirre (que lleva 34 años viviendo en ese país) decía: “En los ataques de la guerrilla islámica 250 mil personas huyeron del país y escaparon las principales ONGs, pero nosotros nos quedamos para estar cerca del pueblo que sufre, de los que no tienen nada y no son nada ante el mundo…..Lo importante es estar con la gente y ayudarles todo lo que se pueda……. Sin la fe en el resucitado es difícil aguantar el tirón”

En la actualidad la seguridad está de nuevo garantizada en la capital y en algunas grandes ciudades, gracias a la presencia de las fuerzas de la ONU. En cambio, en las pequeñas localidades y en el campo, la situación se presenta más difícil para la población. Allí todavía operan grupos armados, y los miembros de la milicia “anti-Balaka” siguen perpetrando asaltos y otros excesos.

Los obispos, continúan exigiendo el desarme, pero se quejan de que ni el Gobierno ni las fuerzas de la ONU están invirtiendo muchas energías en este sentido.

En Occidente se presenta este conflicto como una guerra entre cristianos y musulmanes. Pero en este conflicto no hay nada religioso. Confunden a los “anti-Balaka” con milicias cristianas, pero no todos son cristianos. De la misma manera, no todos los Seleka son musulmanes. No se trata de un conflicto religioso, sino político.

Mons. Cyr-Nestor Yapaupa, Obispo de Alindao, dice que, en general, nunca ha existido una confrontación entre cristianos y musulmanes. Que ahora hay algo de reticencia entre la gente, pero que conviven, a pesar de todo.

Los obispos, dice, han seguido creando plataformas de dialogo con el Imán y los protestantes. Esto ha dado muchos frutos, pues incluso las autoridades les piden consejo a esas plataformas. El hecho de ir juntos les otorga más credibilidad.

Ante un Estado que apenas se ocupa de la educación y la salud el principal reto de la Iglesia reside en volver a elevar al hombre, en particular, a través de la formación de la juventud. Y en ello está implicada.
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