Zancadillas para obstaculizar la aplicación de la encíclica Laudato si
La multinacional ExxonMobil, que es la compañía petrolífera más grande del mundo y cuyas extracciones han tenido una gran incidencia en el medio ambiente destaca como impulsor de ese grupo de presión, interesado en ocultar la verdad y manipularla para defender sus intereses.
Ahora ha salido a la luz un email escrito por Lenny Bernstein, antiguo experto en consecuencias climáticas de Exxon, escrito como respuesta a una consulta sobre ética industrial hecha por el Instituto de Ética Profesional en 1981.
En dicho escrito se reconoce que "La reserva está constituida por un 70% de CO2", y que “el método usual para separar el CO2 del gas era dejarlo que se escapara a la atmósfera". El CO2 es el principal gas de efecto invernadero, así como un regulador climático global.
Exxon ha estado 20 años denegando dicho cambio climático. Y lo ha hecho, tal y como muestra el correo, a sabiendas del posible perjuicio que esto podría ocasionar.
La preocupación sobre este tema surgió en 1988 tras afirmarse, en el congreso de los EEUU, que los gases de efecto invernadero eran un peligro inmediato y estaban producidos, principalmente, por los combustibles fósiles.
Desde entonces la industria energética, en general, ha tratado de presentar evidencias de la inexistencia del calentamiento global. Y todavía hay escépticos que dudan de que ese problema sea cierto.
Es un problema ante el que los científicos más alarmistas prevén una consecuencia de grandes catástrofes. Y aun los más moderados reconocen que tendrá consecuencias importantes e impactantes.
Es en las circunstancias anteriores donde surge la encíclica “Laudato si”. En ella el Papa Francisco dice que debemos ser y actuar como custodios de la creación.
Propone, por ello, aceptar que la naturaleza es un capítulo importante en la vida de los pueblos; que mantener la integridad del planeta es una responsabilidad que nos atañe; que la raíz del problema ecológico tiene que ver con un modelo económico que es insostenible.
Apela a la necesidad de asumir cambios políticos. Y cambios, también, a nivel individual, ya que son nuestros hábitos de consumo los que determinan el futuro del planeta.