El Papa Francisco ha propuesto involucrar a todos los actores sociales en la promoción de “una cultura que privilegie el diálogo como búsqueda de consensos y acuerdos, sin separarla de la preocupación por una sociedad justa y sin exclusiones”
Propone promover una cultura del diálogo, tratando por todos los medios de crear instancias para que esto sea posible y nos permita
reconstruir el tejido social.
La cultura del diálogo implica un auténtico aprendizaje que nos permita
reconocer al otro como un interlocutor válido; que nos permita mirar al extranjero, al emigrante, al que pertenece a otra cultura como
sujeto digno de ser escuchado, considerado y apreciado.
Será la manera de dejar en herencia a nuestros hijos una cultura que sepa delinear estrategias no de muerte, sino de vida, no de exclusión, sino de integración.
Esta cultura de diálogo, que debería ser
incluida en todos los programas escolares como un eje transversal de las disciplinas, ayudará a inculcar a las nuevas generaciones un modo diferente de resolver los conflictos al que les estamos acostumbrando.