Otro mundo es posible

Otro mundo es posible. !Claro que sí!

El cambio será posible si ponemos en marcha las capacidades y voluntad requeridas. Si no nos contagiamos de la pasividad de los escépticos y pusilánimes. Si combatimos las resistencias, pasivas o activas, de los que ni creen en el cambio ni quieren que éste se produzca. Si lo hacemos con la seguridad tan bellamente descrita por Álvaro Cunqueiro: "El ave canta aunque la rama cruja porque conoce la fuerza de sus alas”.

Si somos conscientes de ello, y actuamos en consecuencia, seremos capaces de impulsar el cambio anhelado. Con firmeza, serenidad y sin prisas, pero con la seguridad de que podemos.

Y ¿sabes cuál es la clave para conseguirlo? ¡La esperanza!

La esperanza es la decisión de vivir con la certeza de que no habremos explorado todos los posibles si no hemos intentado lo imposible.

Alimentar la esperanza es mucho más fácil si se vive el día a día desde una perspectiva ética. Esa que se apoya en una educación que no se conforma con transmitir información sino que genera conocimiento; que transmite conocimiento a la vez que forma ciudadanos; que fomenta e impulsa valores universales como el respeto, el esfuerzo y la responsabilidad; que sienta las bases para configurar una sociedad libre, justa, responsable y solidaria.

Fernando Savater relaciona esa perspectiva ética de la vida con la felicidad. Porque una persona ética tiene ganada en parte la felicidad. Y porque al margen de la ética, no hay ni futuro ni sostenibilidad sino riesgos permanentes de corruptelas, abusos, desconfianzas y crisis.
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