Un imán musulmán que se siente derrotado y al que deberíamos apoyar

Hocine Benabderrahmane es un conocido imán de Bruselas que se siente derrotado. No debería sentirse así. Deberíamos evitarlo. Te voy a decir por qué.

Hocien es un historiador de origen argelino que dirige un centro de reflexión islámica y da cursos para jóvenes en las mezquitas de toda Bélgica.

Está convencido de que hay que deconstruir el discurso extremista con argumentos teológicos; que si el islam no se reforma se estrellará contra un muro.

Le preocupan las posturas extremistas que no tienen un discurso de cohesión social sino que, al contrario, se alimentan de la confrontación y la creciente separación entre musulmanes y no musulmanes. Y le preocupa ver a chicos radicalizados que creen que solo hay una versión del islam.

Cuenta en una entrevista que cuando la familia de Bilal Hadfi (uno de los terroristas suicidas de París) le preguntó si su hijo era un mártir les respondió que ni hablar, que era un criminal.

Lamenta que la mayoría de los imanes europeos no están en condiciones de hacer ese trabajo. Porque no son europeos; porque importan comportamientos de otros países que tienen una realidad social totalmente diferente; porque tienen poco nivel.

La consecuencia es que los musulmanes reformistas están perdiendo la batalla contra el islam tradicional y fundamentalista. Y que gente como él se sienten derrotados.

La solución, dice, pasa por restablecer la confianza de los jóvenes; por tener imanes más y mejor preparados: por una reforma jurídica de interpretación de los textos; por evolucionar al ritmo del resto de la humanidad; por deconstruir el concepto de colaboración, explicando que por el bien de su religión tienen que informar y denunciar a quienes apuestan por la violencia en nombre de la religión.

La solución pasa, también, porque tú y yo no metamos a todos los musulmanes en el mismo saco y no cerremos la puerta al dialogo. Pasa porque hagamos lo posible y hasta lo imposible para que musulmanes como Hocine Benabderrahmane no pierdan la ilusión por el cambio que han emprendido.
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