La interpretación de lo ocurrido tras los recientes asesinatos de cristianos en Yemen y Pakistan, me lleva a dos conclusiones. Una buena y una mala.
La buena viene de la respuesta dada por el arzobispo de Lahore, animando a los cristianos de Pakistán a
no perder la esperanza y
seguir avanzando bajo el peso de la cruz.
Un mensaje revitalizante y ejemplarizante, cuando dice: “
A mis creyentes los he animado a no perder la esperanza porque, aunque afrontemos un periodo de grandes dificultades, debemos aprender a reincorporarnos. Y así debemos ser capaces de avanzar pese al peso de la cruz, porque Dios siempre estará con nosotros”.
La interpretación gratificante es que ante lo ocurrido muchas Iglesias católicas están convocando a sus fieles a orar por los hermanos que han sido asesinados.
La interpretación preocupante que hago, derivada de lo ocurrido, surge en forma de interrogante que lanzo al aire: ¿
qué hacemos desde Occidente para apoyarles? ¿
los consideramos nuestros hermanos?.
Las víctimas de Yemen y Pakistan son tan víctimas y tan inocentes como las de París y Bruselas. Pero el tratamiento mediático de dichos acontecimientos ha sido radicalmente distinto. Con razón el Papa Francisco mostró su
dolor por el silencio informativo que acompañó al asesinato de las religiosas de Yemen. !Nos matan y no somos noticia!
ORAR EN MADRID
El próximo martes 5 de abril a las 20 horas, en la Catedral de la Almudena, tendrá lugar una Misa funeral por los cristianos asesinados recientemente en Yemen y Pakistán. Está convocada por Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid.