¿Están los valores familiares en decadencia?
Susana Gil, una joven de apenas 15 años, me ha aportado unos maravillosos, que confirman que hay quien mantiene viva la llama de los valores familiares. Te regalo su carta:
Hay personas en la vida que aparecen de repente, un día como otro cualquiera, y a partir de ese momento van a formar parte de ti para siempre; y luego hay personas que siempre han formado parte de tu vida.
Con ellas pasas momentos buenos, malos, tristes, de felicidad. Todo tipo de momentos. Y cuando ya no tienes a esas personas, cuando el rumbo de la vida se adueña de ellas, justo en ese instante, te das cuenta de que sin ellas te falta algo de ti. Sientes que no puedes continuar. Que no les has dado todo el cariño que se merecían.
Te vienen a la cabeza todos los ratos en los que pudiste disfrutar de su compañía y das gracias a la vida por ello.
Querido bisabuelo: hace ya un tiempo que nos dejaste, te fuiste, la llama se fue apagando. Nunca jugamos esa última partida de cartas, la última partida de dominó, la última conversación.
Recuerdo, cada Navidad, el típico “aguinaldo” que dabas a cada uno de tus nietos y bisnietos, cada propina para nuestro cumpleaños. Para ti, era algo que no podías dejar pasar, se te veía feliz, el paseo de cada mañana, en el que los últimos meses ya se te veía algo cansado, cada gesto, cada mirada y cada sonrisa, que nunca podré olvidar.
Hay cosas que me arrepiento de no haberte dicho en el momento oportuno, pero se, que el 18 de Septiembre, te lo demostré todo. Cada una de las lágrimas que derramé, en el último adiós, eran verdaderas, decían muchas de esas cosas.
Han pasado muchas cosas desde entonces, por supuesto que me hubiera gustado que estuvieras para verlas, y sobre todo en las que van a pasar, pero es ley de vida.
Muchas veces te echo de menos con más intensidad, pero después de esos momentos, me das fuerzas para seguir adelante, y parece que todo vaya mejor. Sé que desde donde estés, me ayudas y me iluminas el camino correcto a elegir.
Y ya solo me queda decirte GRACIAS por esos 97 años que compartiste con nosotros. Gracias.
Susana Gil