Románico, gótico flamígero, renacentista, barroco y rococó en plena armonía Mondoñedo, 'la catedral arrodillada'

Mondoñedo, 'la catedral arrodillada'
Mondoñedo, 'la catedral arrodillada'

"Por sus proporciones y por su escasa altura, la catedral de Mondoñedo cuenta con méritos sobrados para ser conocida, reconocida y admirada como la 'catedral arrodillada'"

"'Patrimonio de la Humanidad' y sede del obispado de Mondoñedo-Ferrol, la importancia de la nueva diócesis y de la capital de la sede episcopal, radica ya desde sus comienzos en la ubicación en pleno Camino de Santiago"

"Con reconstrucciones y añadidos importantes posteriores, hasta haber llegado a convertirse el templo en un muestrario devoto de estilos, en ella se se relacionan con total naturalidad rómanico, gótico flamígero, renacentista, barroco y rococó"

"Mención especial a su espectacular rosetón, los órganos, citados ya musicalmente en la Edad Media y las pinturas murales de sus alrededores que constituyen uno de los más preciados tesoros religiosos de la Galicia rural de todos los tiempos"

Merece la pena haber peregrinado, y seguir peregrinando, por los caminos catedralicios hispanos –no siempre “católicos, apostólicos, pero sí, romanos”- para encontrarse aquí y ahora a las puertas de la catedral de Mondoñedo, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Solo con el sobrenombre con el que la identifican los expertos en la materia , lo justifica limpia, sana y santamente: “Por sus proporciones y por su escasa altura, la catedral de Mondoñedo cuenta con méritos sobrados para ser conocida, reconocida y admirada como la “catedral arrodillada”

La historia viene de muy lejos. Mondoñedo, ciudad lucense, cabeza de partido judicial, situada al oeste de la Sierra de Cadeira en un valle de montaña a orillas del río Valiazadores, se llamó en sus principios “Britonia”, después “Mindonium” o “Mundomietum” y posteriormente “Villieria”, adoptando el nombre actual en el siglo VI, cuyas raíces genéticas se afincan en el prefijo de origen germánico y celta de “Mont”, que significa “fuente” o “encuentro de arroyos”.

En la actualidad apenas si ronda los dos mil habitantes, aún habiendo sido en sus tiempos gloriosos, hasta 1834, nada menos que una de las capitales de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia, tal y como decidiera Alfonso VII en 1156. Respecto a la administración eclesiástica, es fama que los bretones emigrados a estas tierras ya en el siglo V, con su obispo Mairloc a la cabeza, creara la diócesis de “Britonia”. A mediados del siglo IX (a. 866), Alfonso III “El Asturiano”, su último rey, les cedió a los monjes, sobre todo a los del monasterio de san Martín, ricas y abundantes tierras pertenecientes a la diócesis de Lugo, que se concentraron en torno a lo que en la actualidad se asienta en edificio de la catedral de esta referencia.

"Es posible que las obras del edificio de la sede episcopal actual dieran comienzo el año 1230, siendo obispo don Martín, en estilo románico, con tres naves, crucero, cabecera y girola"

Mondoñedo
Mondoñedo

La importancia de la nueva diócesis y de la capital de la sede episcopal, radica ya desde sus comienzos en la ubicación en pleno Camino de Santiago –el “antiguo” o “costero”- que en la actualidad también fue declarado por la Unesco “Patrimonio de la Humanidad”, al igual que antes lo fuera el Camino “clásico” o “francés”.

Es de notar que en la redacción oficial de la declaración de la Unesco, se cita expresamente la catedral de Mondoñedo, al igual que el monasterio de Sobrado de los Monjes y otros lugares cercanos. En el monasterio de san Martín de Villaoriente, o “Los Picos”- , los franciscanos mantenían un albergue para peregrinos “no solo por caridad, sino porque con ello quedaban exentos del pago de tributos”, tal y como consta en el “privilegio” concedido por el rey Juan I en 1381

El título de reconocimiento de “Patrimonio de la Humanidad” concedido a la catedral de Mondoñedo, le confiere –debiera conferirle-, haber convertido ya el templo en centro y eje de peregrinajes no solo compostelanos, sino de por sí, y gloriosamente, artísticos, culturales, paisajísticos y turísticos en general, con inclusión de los gastronómicos, con su confitero “O Rei das Tartas”. Es cuestión de formación-información de lo que da impresión de no estar todavía convencidos los miembros de la jerarquía eclesiástica . Si otras catedrales hispanas contaran con títulos tan nobles y tan religiosos, como los de la de Mondoñedo – “la catedral arrodillada”- , el provecho espiritual y aún material, hubiera sido mucho más expansivo y notable, siempre en beneficio del pueblo.

Monumento nacional
Monumento nacional

Y, ya a las puertas de la catedral “Patrimonio de la Humanidad” y sede del obispado de Mondoñedo-Ferrol, antes de adentrarnos en la misma y en disposición de participar lo más posible y religiosamente, de su arte, historia y misterios, como preparación eficaz para ello, procede leer y releer la placa que se exhibe y reza en la “Fonte Vella”, cuyo texto define a la perfección el talante de los habitantes y vecinos de la capital episcopal del Valle del Masma:

“Mondoñedo: ciudade onde naceu o Señor Cunqueiro, é rica en pan, en augas e en latín”. La cultura, el agua, -el bautismo- el pan –la Eucaristía-, el latín, es decir, la universalidad y la ortodoxia, le donaron, y le siguen donando a la mindoniense el título de “ciudad”, ya concedido por Alfonso VII, con elementos decisivos para acrecentar en muchos el sentido y el contenido de la visita a su catedral y aún de su estancia en la antigua capital de una de las provincias del Reino de Galicia…



Es posible que las obras del edificio de la sede episcopal actual dieran comienzo el año 1230, siendo obispo don Martín, en estilo románico, con tres naves, crucero, cabecera y girola, dándose oficialmente por concluidas en el siglo siguiente, aunque con reconstrucciones y añadidos importantes posteriores, hasta haber llegado a convertirse el templo en un muestrario devoto de estilos. En su contexto se abren paso además del románico, el gótico flamígero, el renacentista, el barroco y el rococó, en perfecta cohesión armonía y religiosidad, no hurtándosele nada de veracidad, de cercanía, de color y calor al pueblo en su relación con Dios, con la Virgen y con los santos representados en las imágenes de los retablos de sus capillas.

Arquitectura interior
Arquitectura interior

La portada principal, románica, se enmarca entre dos torres grandiosas, con ampliaciones barrocas. Merece mención especial el espectacular rosetón, con sus cinco metros de diámetro y sus colores. La estatua de san Rosendo preside el conjunto, con devoción y específicas remembranzas monásticas. Destacan dentro del templo, el tímpano, el retablo mayor con la Virgen de la Asunción, su titular, del siglo XVI, instada en el mismo a instancias del obispo don Diego de Soto. El estilo del retablo es exquisita y sobresalientemente rococó…

Mención artística principal reclaman los órganos, citados ya musicalmente en la Edad Media, aunque, por supuesto, restaurados y remodelados repetidamente. Llaman la atención las pinturas murales de sus alrededores, tales como las de “La degollación de san Juan Bautista”, la de “los Santos Inocentes” y la del “Martirio de san Pedro”. Todas estas pinturas murales, ocultas durante siglos, fueron redescubiertas el año 1862 y constituyen uno de los más preciados tesoros religiosos de la Galicia rural de todos los tiempos. La sillería del coro canonical es de estilo gótico, tallado en nogal.

Del Museo catedralicio, conocido con el nombre de “Santos San Cristóbal”, baste referir que está catalogado como una de las colecciones de arte de mayor interés, originalidad y riqueza del Reino de Galicia, con obras de relevancia muy singular y que por sí solo, y aún fuera del complejo religioso, justificaría su visita.

Pinturas goticas
Pinturas goticas

Las capillas que reclaman tiempo y atención preferentes son las del Santísimo Sacramento, san Francisco de Asís, el Cristo de la Buena Muerte, el “Ecce Homo”, y la de la “Virgen Inglesa”, con sus historias legendarias de haber sido transportada milagrosamente desde la ciudad de Londres, cuando lo del cisma de los anglicanos, para evitar su profanación… La sacristía catedralicia es del siglo XVI. El claustro y su cruceiro en el centro, llaman la atención devotamente monástica y canonical, al igual que los sepulcros de varios obispos que rigieron la diócesis…

Citando a estos, es de reseñar que en el flanco de la catedral se ubica el palacio episcopal, del que basta y sobra referir que la “catedral arrodillada” cuenta también con un noble “palacio” para sus prelados…. La ciudad, que recuerdo que apenas si alcanza los 2000 habitantes, muestran sus monumentales relieves religiosos diocesanos, como el Seminario de santa Catalina, el Hospital de san Pablo, el Convento Concepcionista, el santuario barroco de la Virgen de los Remedios, patrona de la diócesis, el puente de san Lázaro y el convento de san Pedro de Alcántara, que hace las veces de albergue de peregrinos y de “Centro Cultural Álvaro Cunqueiro”

NOTA: Redacto esta crónica religiosa informativa sobre la “catedral arrodillada” de Mondoñedo y me sorprende la noticia deportiva de que la “Vuelta ciclista a España” del próximo año, partirá exactamente de la nave central de la catedral de Burgos, con ocasión de las celebraciones conmemorativas previstas de tan monumental edificio, en el que, entre otros, reposan los restos mortales- inmortales de don Rodrigo Díaz de Vivar , “El Cid Campeador” de tantas añoranzas y gestas hispanas, todas ellas de carácter militar-religioso.

Capilla mayor
Capilla mayor

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