"Lo que se vote en Madrid tendrá repercusiones en toda España" En la encrucijada
"Madrid, sin buscarlo, puede transformarse en el cambio de una era política. Lo que se vote en Madrid tendrá repercusiones en toda España"
"En esta primavera electoral estamos en una encrucijada. La respuesta el cuatro de mayo. Busquemos la sensatez, la libertad, la tranquilidad y la democracia"
"Huyamos del odio, del rencor, del totalitarismo, de los mentirosos y de la mediocridad. Hagamos que la primavera siga siendo suave y tierna"
"Huyamos del odio, del rencor, del totalitarismo, de los mentirosos y de la mediocridad. Hagamos que la primavera siga siendo suave y tierna"
La Covid, todavía, no nos ha privado de poder disfrutar, siempre con cautela y con prudencia, de poder pasear para descubrir que alrededor de cada paisaje nuestros pasos pueden llevarnos a entrelazar nuestras manos, de modo simbólico, y a desearnos las personas sosiego y paz.
Hace un año nuestra primavera se vio afectada de tal manera que tuvimos que pasarla confinados en nuestras casas y todo se tornó triste, aunque hicimos esfuerzos para poder sentirnos parte de un paisaje sin paseos, y por tanto sin experimentar la brisa propia y suave que, a veces, los atardeceres primaverales nos ofrecen antes de que aparezcan unas nubes pintadas con tonos grises que nos regalan lágrimas en forma de gotas de agua que la tierra asume con tranquilidad.
La Covid sigue estando, un año después, presente y continúa marcando nuestro ritmo de vida. Es terrible lo que está ocurriendo porque triste es que cada día haya una cifra significativa de las personas que fallecen por esta causa. Esto hace que esta primavera esté, otra vez, condicionada por una realidad de la que no podemos evadirnos. La primavera, un año más, tampoco podrá ser disfrutada como nos gustaría hacerlo y esto, sin darnos cuenta, nos limita y empobrece como personas.
Aunque el panorama no nos deje adentrarnos en los colores que la estación primaveral nos trae, no significa que no seamos conscientes de que tenemos que seguir avanzando por un sendero que nos obliga a no descuidar lo que sucede a nuestro alrededor. En cuestión de días la situación política se ha visto transformada por un vendaval que nada tiene que ver con los atardeceres primaverales compuestos por una brisa suave y envolvente que trae tranquilidad.
El vendaval ha transformado las gotas de agua en piedras dispuestas a herir y a romper todo lo que encuentren en el paisaje que, en cuenta de filtrarse con paciencia en la tierra, rebotan y hacen daño a quien tranquilamente paseaba para disfrutar de un paisaje que ayudara a sentir calma ¡Ha llegado una tormenta! Y, de nuevo, sin buscarlo, Madrid se convierte en el epicentro de un tornado que han fabricado, desgraciadamente, las personas con el calificativo de políticos. La pregunta que nos debemos hacer es ¿cómo es posible que ante la realidad que estamos viviendo, causa de la Covid, existan políticos que dediquen tiempo a maquinar para promover mociones de censura? La respuesta debería de ser, por parte de los ciudadanos, la de castigar a las fuerzas políticas que han estado promoviendo este vendaval convertido en tornado.
El afán de poder no puede llevar a los políticos a desestabilizar por el simple hecho de querer obtener más protagonismo en la vida política. La primavera política tiene también sus reglas y sus compromisos, el cumplimiento hace que se pueda disfrutar de un paisaje político que trae sosiego y calma, en donde los responsables políticos buscan dar respuestas coherentes a los problemas que las personas podamos tener. En cierta manera es ayudarnos a quienes habitamos en España a disfrutar de los aromas suaves que el periodo estacional nos puede aportar.
El tornado ha fijado su epicentro en Madrid. Se gestó en Murcia y estuvo muy próximo de arrasar la tierra regada de olivos con sus ciudades llenas de música y de encanto, así como a las tierras castellanas curtidas por un viento fuerte y recio, y que todavía no se sabe cómo podrá afectar a las cortes de Castilla-León ¿Estamos viviendo un sueño o es la triste realidad de una historia llena de traiciones? ¿De verdad les preocupa a los políticos la situación que estamos viviendo en España? Las respuestas las tenemos que buscar cada persona. Tenemos una gran responsabilidad y debemos ser contundentes para no dejarnos arrastrar por el vendaval de aquellos políticos que han querido transformar las suaves gotas de agua primaverales en piedras destructoras de la coherencia y de la búsqueda de soluciones.
El epicentro está en Madrid y aunque no se reconozca todas las Comunidades Autónomas están fijando sus miradas en esta Comunidad Autónoma.
Con lo que los políticos no cuentan es con la sensatez de los votantes, a veces sufridores por los insultos que los propios políticos vierten sobre las personas. Sí, votantes que no nos dejamos arrastrar por las intrigas y por los vientos huracanados que producen.
Lo que es cierto es que, sin buscarlo, Madrid puede transformarse en el cambio de una era política. Lo que se vote en Madrid tendrá repercusiones en toda España. La primavera en Madrid podrá ser la experiencia de poder disfrutar la suavidad de una brisa que hace que la piel pueda sentir la caricia amable de unas gotas de agua suaves y tiernas o también la tormenta de gotas fuertes que pueden hacer un daño infinito dejando marcas que el tiempo acentuará y serán sentidas como piedras difíciles de esquivar.
Disfrutar de un paisaje primaveral, de nuevo, se torna en un objetivo complicado porque los políticos, o al menos algunos de ellos, se encargarán en llenar este tiempo de enunciados ideados por el marketing electoral que lo que buscan es dañar a las personas y no solucionar ningún problema. Por esta razón tenemos que apostar por la sensatez y por la libertad y, desde luego, por la democracia. Esta vez las elecciones Autonómicas en Madrid no son unas elecciones unidas a otras, en esta ocasión se celebran como únicas, con una gran presión porque todas las Comunidades Autonómicas están mirando al cuatro de mayo, aunque no lo reconozcan públicamente.
En esta primavera electoral estamos en una encrucijada. La respuesta el cuatro de mayo. Busquemos la sensatez, la libertad, la tranquilidad y la democracia. Huyamos del odio, del rencor, del totalitarismo, de los mentirosos y de la mediocridad. Hagamos que la primavera siga siendo suave y tierna. La ventaja es que las personas que votamos en Madrid sabemos quién es quién.
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