He votao!!
Vuelo por las escaleras a buscar mi DNI español (menos mal que lo encuentro rápido), y mientras encargo que me hagan una fotocopia, me detengo un momento y pienso: "¿Y a quién voy a votar?". Porque yo tenía claro que prefería a Kuczynski más que a Keiko, pero sobre España estoy pegao, no había pensado nada, y menos a medida que se acercaba el 26 de junio y no llegaba papel alguno. Y de pronto tengo que decidir en cinco minutos, "cada voto cuenta", jeje.
Han sido muchas las conversaciones sobre el proceso electoral peruano, largo, lleno de incidentes, acusaciones, debates televisados, descubrimientos desagradables, denuncias, apuestas, insultos de todo tipo... Desde enero hasta hace quince días nos hemos empapado de candidatos, propuestas, encuestas... Te vas metiendo, te explican, escuchas la radio en la ducha, lees el periódico, y al final te formas un criterio como todo el mundo.
"¿Usted a quién va a votar?", ¡cuántas veces me habrán preguntado eso! "Yo no puedo votar porque no soy peruano, soy español". Chau. Dices eso y sientes como si todo lo que vayas a decir a partir de ese momento hubiera que ponerlo entre corchetes o en sordina. Opinas pero con pies de plomo, porque aunque vives y transpiras en el Perú, y por mucho que lo ames, no puedes participar como los demás, y en la tertulia te quedas inevitablemente fuera.
Decido. Me voy dando trancos a Serpost, por poco atropello a una niña en el costado del mercado. Llego y encuentro tras la ventanilla a la señora Clarisa, siempre con esa amabilidad modulada por la experiencia; me cuenta que el sobre llegó esta mañana y que desde Chachapoyas les han insistido para que me llegue a tiempo, porque debo de ser el único español de la provincia que vota por correo. Veo cómo le coloca el matasellos con la fecha y, "vota".
Qué extraña sensación. Sufrago (acá dicen así) donde sí tengo derecho aunque allí no aporte ahora nada. Es mi terruño, me une a él una especie de cordón umbilical que nunca desaparecerá, pero la distancia me hace ajenas tantas cosas, y más la política. Pertenezco a un país que he dejado atrás mientras que me saco el ancho (trabajo a tope) en un país en el que siempre seré un extranjero, delatado constantemente por mi cara de gringo y mi forma de hablar. Es raro.
Pero estoy contento y me como unas barritas de guirlache que reservo en mi bodega privada para celebrarlo. Y hasta invito a las chicas de la Muni. Este dulce del almendras me recuerda a mi abuelo, ¿qué diría él del coleta, jeje? Se que más de uno está esperando que desvele mi voto, ¿no? Chismosos. Pues lo voy a decir: he votado a PPKUY.
César L. Caro