Entre políticos no hay amistad sino personas que “te pueden ayudar a subir a lo más alto posible, personas que se pueden interponer en tu camino o que directamente te pueden hacer la zancadilla”, me dijo. En momentos cruciales de listas electorales o de designación de cargos importantes dentro del partido, hay filtraciones de dosieres, guardados en los cajones de los propios partidos, “altamente contaminantes” a los medios de dosieres por tus enemigos, gente de tu partido que aspiran a los cargos que tu aspiras. Los de los otros partidos son solo adversarios. Esto no ocurre a un partido, ocurre en política y en todos los partidos. La gente muy ideologizada, de derechas o izquierdas, se cree que solo ocurre en los partidos a los que ellos no votarán jamás. En política como en otros muchos campos de la vida, no siempre triunfan los mejores, ni aquellos que tienen verdadera vocación de servicio sino los más hábiles y estrategas que no quiere decir estadistas.