En el bar a raíz de una información sobre un rescate, un tertuliano decía: Que Dios me lleve cuando quiera, pero espero no sea por arriesgar mi vida sin necesidad como hacen muchos. A los estúpidos no deberían salir a rescatarlos cuando el rescatador tiene que poner en peligro su vida y además deberían pagar los gastos, a lo mejor ya lo hacen, de la operación de su rescate. Otro: Arriesgar la vida y ponerla en peligro por hacer algo por la humanidad, para demostrar hasta donde el ser humano es capaz de llegar, para salvar a alguien que se encuentra en una situación de peligro, incluidos a los incautos idiotas, es admirable y en muchos casos una heroicidad. Pero hacerlo solo para demostrar que soy capaz de hacer algo que el resto de la humanidad no es capaz, y en general sin la preparación necesaria, parece una idiotez´. El tercero: Hay que ser comprensivos hasta con la estupidez. Concluyó el cuarto: Hay veces que los limites entre la heroicidad y la idiotez son de difícil demarcación.