El Gobierno y los que votaron positivamente la ley del “solo si es si” son unos inicuos porque sabían que estaban votando una mala ley, los expertos se lo habían dicho, y la votaron para alcanzar beneficios. De haber votado por error hubieran sido unos impostores, pero hubieran podido quedar como sabios, de sabios es corregir. Si alguien votó sin saber lo que votaba es un inepto para ocupar un escaño en el Parlamento. Muchos defienden en privado lo contrario de lo que votan en el Parlamento, pero votan lo que dice el partido y el partido lo que ordena el líder que es quien manda y reparte los escaños. El hecho de ahora estar dispuestos a corregirla no es un acto de valentía sino de supervivencia. Algunos siguen en sus trece, víctimas de su ¿soberbia, o ignorancia, o mala voluntad o de las tres? Los partidos saben que las masas actúan según la opinión que tengan sobre algo y que los medos de comunicación crean la opinión de las masas de ahí su interés y empeño en controlar y manejar los medios de comunicación.