El hecho de que el malversador no tenga dinero ni bienes en su cuenta no quiere decir que no se haya enriquecido. Y aunque no se haya enriquecido si ha permitido que otro haya robado o malgastado el dinero público comete delito por irresponsabilidad, o ha pagado o comprado favores. A partir de ahora no hay negros porque el negro no existe, no habrá cojos porque la cojera no existe, los estudiantes no tendrán que repetir curso porque el suspenso no existe. Anulado el cuerpo del delito no existe delito. Muchos maltratadores son vecinos ejemplares, muchos ladrones no meten el dinero en su cuenta sino en la de alguien de su confianza, muchos terroristas eran vecinos ejemplares. Los políticos no solo no devolverán el dinero, como hasta ahora, que hayan malgastado, en lo que sea, sino que no se podrá decir que son malversadores sino no se se les ve la riqueza. "¿No os dais cuenta de que legislan para ellos en favor de ellos, para defender sus intereses (aunque no siempre tan claramente como en el caso del que os ocupa)?”, preguntaba alguien esta tarde en el bar.