Los curas comunistas
“¿France, pays de mission? (Godin e Yvan Daniel, 1943) fue un aldabonazo a la Iglesia sobre la crisis que estaba minando al catolicismo y un índice de la secularización que estaba penetrando el corazón de la masa social en Francia y, se vería un poco más tarde, en toda Europa. Pero años antes, dos grandes plumas habían avisado de que la crisis, no de vocaciones sino de la vocación en sí misma, estaba dentro, : “Diario de un cura rural” (Bernanos, 1936) y “El cura de Monteón” (Baroja, 1936). La reacción de la Iglesia fue la convocatoria del C. Vaticano II que fue el origen de nuevos movimientos teológicos y estimulo de otros que ya existían y están en la motivación de su convocatoria, fortaleció movimientos existentes y sembró el germen de otros para penetrar de nuevo en el corazón de la masa. Algunos de estos movimientos han sido novelados: “Los curas comunistas (Martín Vigil, 1965) y “Los nuevos cura” (M. de Saint Pierre, 1965). Las instituciones tardan más en cambiar que la sociedad y las religiosas las que más tardan. Hasta ahora, la Iglesia no ha acompañado los esfuerzos intelectuales con un cambio real y significativo de sus prácticas y estructuras, cambios que la sociedad pide a gritos.