Uno de estos días pasados he tenido la oportunidad de escuchar a algunos políticos y escuchándolos recordé lo que hace tiempo he leído, creo, en alguna obra de Heidegger: La devastación del lenguaje, que se extiende velozmente por todas partes, nace de la irresponsabilidad ética del hablante y es una amenaza contra la esencia del hombre (cita de memoria). Y también me vino a aquello que se dice de los caballos y los burros que no entienden las ordenes del caballero y se aplicada también aquellos a quienes les da lo mismo decir una cosa que otra porque o no sabe lo que dice, o quiere engañar a quien le está hablando o considera idiota a quien le escucha.