Continuando el tema de ayer, las mafias de la prostitución imponen el silencio a sus trabajadores, con la obligación de confesar, si son descubiertas por la policía, que desempeñan voluntariamente su oficio. No pueden confiar a ningún cliente que están obligadas a prostituirse y prestar todo tipo de servicios que le sean solicitados. Si se van de la lengua hablando con algún cliente o se fugan de su trabajo pueden ser sometidas a durísimos castigos, asesinadas o vengadas con el asesinato o mutilación de alguno de los miembros de su familia que tienen perfectamente identidades y localizados. Las maras tienen un modo de proceder muy parecido a los traficantes de seres humanos. Muchas sociedades secretas expulsan a los miembros que rompe el silencio impuesto por sus códigos de conducta y otras los someten al ostracismo y a la marginación. Hay instituciones y asociaciones que imponen silencio a sus miembros bajo de pena de castigos más o menos duros según la gravedad de la falta. El sacerdote que rompe el secreto de confesión es automáticamente excomulgado. Pd. Información procedente de investigadores que han participado en proyectos de estudio sobre estas organizaciones.