Algunos medios de comunicación dan casi como algo nuevo el fenómeno de las maras (bandas) latinoamericanas en nuestro país a raíz de3 lo que ha pasado estos días en Madrid. El libro “El valle de Josafat” (Ronsel, Barcelona, 1993) tiene un capítulo dedicado a la historia, el funcionamiento y presencia, ya entonces masiva, en Barcelona y Madrid, y crímenes que habían cometido.  A muchos medios les ocurre lo mismo cuando la política descubre a alguna chica en manos de la mafia. Hace mucho tiempo que algunos antropólogos, como resultado de estudios vienen diciendo que allá `por los años 90 del siglo XX pasado la mayor parte de las prostitutas eran sudamericanas y desde principios del XXI, africanas y de los pises de este. Aquellas fueron y estas son traídas con engaño. Cuando llegan, les sacas los papeles, las prostituyen y encierran en cuchitriles inmundos. Aun trabajando toda su vida, no darán pagado las deudas contraídas con las mafias: viaje, alojamiento, ropa, mantenimiento, que contraen con la mafia. “Sabemos en donde viven tus padres y tus hijos y pudieran tener algún accidente si hablas o tratas de escapárteles”. ”Y sus palabras ocurren como en el Génesis”, me dijo una de ellas.