"Que se haga justicia, que venga la paz", apunta el cardenal de Valladolid Blázquez pide que cesen "la destrucción y la muerte" en Ucrania

Blázquez y Argüello, en la catedral de Valladolid
Blázquez y Argüello, en la catedral de Valladolid

"A veces, en medio de la incertidumbre que genera el mundo actual, pueden entrar dudas sobre la vida eterna", ha reconocido el arzobispo para preguntar y responder después: "¿Es la nada el destino del hombre?. No. Por lo que hay que mantener la esperanza"

El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, se ha hecho eco de la situación que vive el pueblo ucraniano, tras la invasión de Rusia hace ya más de 50 días, y ha hecho un llamamiento expreso a que "callen las armas" y a que cesen "la destrucción y la muerte" para clamar a renglón seguido: "Necesitamos la paz".

El mitrado vallisoletano ha pedido que se haga justicia ante las "penalidades increíbles, indecibles e indescriptibles" que está sufriendo el pueblo ucraniano, "en medio de un conflicto grave, muy grave, y sangrante", ha matizado, y para el que, en el día de la "fiesta de la Resurrección", ha pedido que llegue la paz.

"Que se haga justicia, que venga la paz", ha reiterado Blázquez en su mensaje con el que se ha querido acercar "con empatía y con fe" a los ucranianos.

"Estamos sufriendo con ellos", ha añadido el cardenal arzobispo que ha reivindicado la victoria sobre el pecado y sobre la muerte para recordar que la esperanza vence "siempre" a todos los temores y anima a afrontar "todos los obstáculos" por lo que ha llamado a caminar "con tesón y con valentía" para soportar todas las pruebas en medio de las inclemencias y de los conflictos, como el de la guerra, desde el convencimiento de que finalmente se podrá "cambiar el traje de luto por vestiduras de fiesta".

Así lo ha clamado Blázquez este Domingo de Resurrección durante el fervorín que ha pronunciado ante una abarrotada Plaza Mayor presidida por 'Nuestro Padre Resucitado', la 'Virgen de la Alegría' y el 'Santo Sepulcro Vacío', los pasos principales de la 'Procesión del Encuentro de Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría' que ha vuelto a recorrer las calles de Valladolid para cerrar la Semana Santa vallisoletana tras dos años de parón como consecuencia de la pandemia del coronanirus.

En un día muy soleado y caluroso --se han alcanzado los 20 grados con posibilidad de llegar a los 23--, el cielo totalmente despejado ha cobijado el encuentro de Jesús Resucitado con su madre, la Virgen de la Alegría, en el último acto litúrgico de la Semana Santa de Valladolid que se ha desarrollado con total normalidad. Y tras la bendición apostólica se ha llevado a cabo la tradicional suelta de palomas, broche final a los actos de la Semana Santa de 2022, que durante nueve días se ha celebrado en la capital vallisoletana.



Precisamente, la última de las procesiones ha sido la del 'Encuentro de Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría' que ha comenzado a las 10.30 horas, cuando la figura de 'Nuestro Padre Jesús Resucitado', de Ricardo Flecha (1994) desde la iglesia conventual de Nuestra Señora de Porta-Coeli, y los pasos de 'Virgen de la Alegría' y 'Santo Sepulcro Vacío', de José y Alonso de Rozas, desde la iglesia conventual de San Benito, han partido hacia la Catedral.

Allí, en la seo vallisoletana, han sido testigos de la celebración de la Solemne Misa Pascual, que ha estado presidida también por Ricardo Blázquez, y que ha contado con la participación de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y Las Lágrimas de San Pedro y la del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo.

En la Eucaristía, el prelado ha enviado el mensaje de mantener esperanza en un momento, ha reconocido, de incertidumbre mundial. "A veces, en medio de la incertidumbre que genera el mundo actual, pueden entrar dudas sobre la vida eterna", ha reconocido el arzobispo para preguntar y responder después: "¿Es la nada el destino del hombre?. No. Por lo que hay que mantener la esperanza".

Lo que se celebra esta mañana del Domingo de Pascua es la resurrección de Jesús, ha explicado a los fieles, a lo que ha unido la esperanza que conlleva el hecho mismo de dicha resurrección. "Por ello hay que mantener en todas las esferas de la vida la esperanza, no simplemente por el hecho de que exista la maldad, sino para reconocer a Jesús como el señor", ha apostillado el prelado.

"Los hombres crucificaron a Jesús, pero Dios lo ha resucitado y hemos sido testigos, ello debe servir de enseñanza para la forma de comportarse", ha añadido en su alución ante los fieles congregados en la seo vallisoletana a los que ha felicitado las pascuas con unas palabras del Señor que son "exultación, procesión de Fe, invitación a la alabanza y a la gratitud a Dios" que, según ha pedido, es algo que "debe abundar" entre los fieles.



Una vez finalizada la Misa Pascual, ambos pasos procesionales, escoltados por las dos cofradías, han continuado su camino por las calles del centro de Valladolid hasta desembocar en la Plaza Mayor, ante el Ayuntamiento, donde Blázquez ha pronunciado su fervorín y ha impartido la Bendición Apostólica, último acto religioso de la Semana de Pasión.

Al finalizar el acto, la cofradía del Santo Sepulcro y del Santísimo Cristo del Consuelo ha regresado a su sede acompañada por la representantes de otras cofradías por Ferrari, plaza de Fuente Dorada, Vicente Moliner, plaza del Ochavo, Especería, plaza del Corrillo, Cebadería, plaza de la Rinconada y San Benito hasta la iglesia conventual del mismo nombre, donde se ha entonado el canto a la Salve.

Del mismo modo, los hermanos de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, María Santísima de la Alegría y las Lágrimas de San Pedro, también acompañada por representantes de otras cofradías, han regresado a su sede por las calles de Santiago, Constitución, Regalado y Teresa Gil hasta la iglesia Conventual de Nuestra Señora de Porta-Coeli.

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