Para empezar, ha resaltado el cardenal Osoro, «prolongamos en la vida, en todas las partes de la Tierra, aquella experiencia del apóstol Pedro», que «hoy se llama Francisco», porque «conocemos lo que sucedió en el país de los judíos» y así hay que «dar testimonio de que Dios ha estado junto a nosotros, ha vencido a la muerte, ha resucitado».
Asimismo, como «buscadores», según ha señalado, «invitamos a buscar a todos los hombres lo bienes buenos, los bienes que vienen de Dios», «los bienes de allá arriba» en expresión del apóstol Pablo. «Lo que nos reúne aquí no es una idea» –ha remarcado–, sino «Cristo mismo», que impulsa «caminar», a «decir a los hombres: “Sois hermanos”, […] “no estéis rotos los unos contra los otros”». «Dios vence las miserias humanas y nos da parte en su victoria santa», ha aseverado.
Por último, al hilo del Evangelio en el que María Magdalena se encuentra el sepulcro vacío, avisa a los discípulos y luego acuden a él corriendo Pedro y Juan, ha insistido en que «Cristo ha resucitado, Cristo vive y Cristo nos hace vivir». «Pero no basta decir Cristo ha resucitado. Cristo nos invita a participar en su Resurrección», ha advertido, antes de incidir en que «la Resurrección nos compromete a defender la vida, nos compromete a defender todo lo creado».
«El ser humano participa de la Resurrección y está llamado a ser el mejor», «el mejor ecologista, porque respeta todo y a todos», y a «luchar contra pobreza» y las «estructuras opresoras», a «defender la libertad verdadera contra toda esclavitud», ha ido desgranando el cardenal Osoro.
La Eucaristía ha concluido con la bendición papal y ha sido concelebrada por los obispos auxiliares monseñor José Cobo, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal, por Ignacio Barrera, vicario regional del Opus Dei, y por el Cabildo de la catedral. Entre los asistentes han estado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el consejero David Pérez y varios concejales.
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