La ciudad de Florencia ha acogido entre los días 23 y 27 de febrero el encuentro Mediterráneo, frontera de paz, en el que han participado más de 60 alcaldes y cerca de 80 obispos de ciudades de la cuenca mediterránea. Entre ellos, monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid y responsable del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal, que ha destacado de estos «días intensos de trabajo» el clima de «diálogo» y «armonía social» –utilizando palabras del Papa Francisco–. En el programa Iglesia al Día de TRECE, el prelado ha avanzado también la firma de la llamada Carta de Florencia, un «documento que me imagino que será histórico» porque es una «semilla» que «puede abrir pistas de futuro».
Durante las reuniones se ha puesto de manifiesto que el Mediterráneo «es un punto de encuentro», además de cruce de culturas, pero también «un lugar donde compartimos muchos problemas». Ante ellos, ha afirmado el también responsable del departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, «tenemos que, juntos, afrontar las soluciones». Así, ha abundado, el encuentro ha perfilado las diferentes realidades del Mediterráneo, entre ellas el cambio climático, la migración, la realidad municipal y la guerra.
En este punto, el obispo auxiliar se ha referido inevitablemente a la situación de Ucrania. «La noticia de la guerra de Ucrania nos ha traspasado». No ha faltado en estos días, ha dicho, la oración, también en la Eucaristía solemne de conclusión del encuentro. La conferencia, por tanto, «nos ha hecho hablar de paz» y «escuchar a las guerras que pocas veces se oyen». Igualmente ha sido un «ejercicio de pensar cauces para construir esta paz entre todos», ha concluido.
Junto a monseñor Cobo participaron en el encuentro la directora del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana, María Francisca Sánchez, y el director del departamento de Migraciones, Xabier Gómez, OP [en la imagen superior].