El arzobispo de Valencia presidió la misa en honor al santo, en la Catedral Benavent: "El martirio de san Vicente Mártir fue la semilla que dio origen a nuestra iglesia diocesana”
"Un testimonio de fe que sigue dando frutos y que nos inspira a la búsqueda de la verdad, la justicia y el bien"
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió ayer, en la Catedral, la misa de pontifical con motivo de la festividad de San Vicente Mártir
Tras la eucaristía, tuvo lugar la solemne procesión con la imagen de madera plateada del santo, del siglo XVIII
Tras la eucaristía, tuvo lugar la solemne procesión con la imagen de madera plateada del santo, del siglo XVIII
(Archivalencia).- El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió ayer, en la Catedral, la misa de pontifical con motivo de la festividad de San Vicente Mártir, en la que señaló que “el martiri de Sant Vicent va plantar l’església a València, el testimoni que va donar de la fe davant dels seus perseguidors, és la llavor que va donar origen a la nostra església diocesana”
Durante la celebración en honor al patrón de la ciudad de Valencia y de la diócesis, el Arzobispo recordó que “hui donem gràcies a deu perquè la llum de la seua fe i del seu amor al senyor continua encesa a les nostres terres i continua donant fruits a la vida cristiana. Una fe que ha de ser inspiració per a ser bons ciutadans, buscant la veritat, la justícia i el bé.”
"Hui donem gràcies a deu perquè la llum de la seua fe i del seu amor al senyor continua encesa a les nostres terres i continua donant fruits a la vida cristiana"
El testimonio de los mártires “nos indica el verdadero camino para que el Evangelio arraigue en el corazón del mundo y en el de todas las personas. Cuando caemos en la tentación de servirnos de métodos no evangélicos, buscando un éxito y una eficacia mundanos, a corto plazo podremos tener éxitos, pero a la larga ese éxito es el de una fe débil que no resiste ante las dificultades con las que todos los creyentes nos encontramos en el camino de la vida”, ha señalado.
En este sentido, el Arzobispo ha destacado que “el camino que nos enseñan los mártires es el de la libertad para dar testimonio de la fe y resistir a las pruebas y a las seducciones del mundo” y ha pedido la intercesión de San Vicente Mártir para que “nos ilumine a no perder de vista el horizonte de esperanza al que Dios nos llama y que nos da la fuerza para superar las pruebas a las que puede ser sometida nuestra fe”.
Finalmente, ha señalado que “per als cristians el tresor més gran que tenim mentre caminem en aquesta vida, és el tresor de l’amistat en el Senyor, el desig d’estar amb Ell. Qui viu en aquesta amistat, encara que ho perda tot, no perd l’alegría. Qui perd aquesta amistat, encara que ho tinga tot, li falta el més important, l’alegría de ser amic del Senyor i d’esperar en la vida eterna.”
"Qui viu en aquesta amistat, encara que ho perda tot, no perd l’alegría"
La eucaristía fue concelebrada por monseñor Manuel Ureña y monseñor Esteban Escudero, obispos eméritos de Zaragoza y Valencia, respectivamente, junto al Cabildo, miembros del Consejo Episcopal y sacerdotes de parroquias vinculadas a San Vicente Mártir.
En la celebración también participaron la alcaldesa de Valencia, Mª José Catalá, representantes de instituciones civiles y militares, así como de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” y asociaciones vicentinas.
Tras la eucaristía, tuvo lugar la solemne procesión con la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII José Esteve Bonet, que ha recorrido el entorno de la Catedral por los lugares vinculados al santo.
A continuación, el Arzobispo presidió en la parroquia San Esteban de Valencia la misa con la celebración del bautismo del niño Cayetano Vicente, acto con el que se conmemora el bautizo de san Vicente Ferrer, que se celebró un 22 de enero también, organizado por la Asociación de la Pila Bautismal de San Vicente Ferrer.