El Domund 2020, homenaje a su "llamada misionera" y a todos los misioneros fallecidos Vicente Amargós, misionero valenciano fallecido durante la pandemia: “Sed cercanos, sed solidarios, hay hermanos que os necesitan”
Con motivo el próximo domingo de la Jornada Mundial de las Misiones, Domund, rendimos homenaje a los misioneros fallecidos durante la pandemia por el Covid-19, recogiendo el testimonio póstumo de uno de ellos, el sacerdote valenciano Vicente Amargós fallecido el pasado mes de agosto a los 91 años
Estuvo los últimos siete años de su vida en Venezuela, acompañando espiritualmente a seminaristas en el Seminario de Ciudad Bolívar y en la selva a los indígenas y a los buscadores de oro
Amargós solicitó marchar a Venezuela ya jubilado, con 83 años
Amargós solicitó marchar a Venezuela ya jubilado, con 83 años
| Archidiócesis de Valencia
(AVAN).- Con motivo el próximo domingo de la Jornada Mundial de las Misiones, Domund, rendimos homenaje a los misioneros fallecidos durante la pandemia por el Covid-19, recogiendo el testimonio póstumo de uno de ellos, el sacerdote valenciano Vicente Amargós fallecido el pasado mes de agosto a los 91 años que marchaba con 83 a Venezuela tras sentir la “llamada misionera”.
En uno de sus últimos mensajes con motivo del Domund, Amargós nos animaba a todos a ser “cercanos y solidarios a pesar de la distancia” porque “hay hermanos que os necesitan”.
Vicente Amargós, natural de Polinyà de Xúquer, que estuvo los últimos siete años en Venezuela, era acompañante espiritual de seminaristas en el Seminario de Ciudad Bolívar.
Según expresa el propio sacerdote, marchar a Venezuela de misión con 83 años no fue más que “un nuevo paso en el largo camino recorrido de mi ministerio sacerdotal”, que comenzó con su ordenación sacerdotal en 1954 y cuyas etapas vivió “como una misión, como un don a los demás, un don recibido al servicio de los más pobres”, aseguraba. Su labor como director espiritual en el Seminario se centraba en “ayudar también a los seminaristas a crecer como seres humanos”.
Amargós solicitó marchar a Venezuela cuando, ya jubilado, con 83 años de edad, le llegó la noticia en verano de 2012 de que el Seminario interdiocesano "Jesús buen pastor" de Ciudad Bolívar necesitaba un director espiritual. También fue desde entonces profesor en el mismo Seminario y, además, atendió espiritualmente en las selvas de Venezuela a la población indígena y a los buscadores de oro.
Previamente, Amargós había ejercido su ministerio sacerdotal durante nueve años en la localidad alicantina de Alcoi, donde fue capellán del Santuario de la Font Roja y estuvo adscrito además a la parroquia de San Mauro y San Francisco. Fue también consiliario de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y, más tarde, consiliario nacional del mismo movimiento juvenil en Madrid entre 1963 y 1970.
En 1970 fue nombrado vicario de la parroquia de San José artesano, en la Ciudad del Artista fallero, de Valencia, y en 1972, de la de Jesús Obrero, del Grao, donde permaneció hasta 1989 cuando fue designado titular de la parroquia del Santísimo Cristo, de Quart de Poblet-Aldaia e inició un proyecto de inserción sociolaboral con jóvenes. Vicente Amargós fue miembro del Consejo diocesano presbiteral y en 1999, tras un año ampliando estudios en Roma, fue nombrado titular de la parroquia Madre del Redentor, en Paterna, donde permaneció nueve años. También fue capellán voluntario del centro penitenciario de Picasent, desde 2010 hasta su marcha a Venezuela en 2012.
Los restos mortales del sacerdote valenciano fueron inhumados en agosto en el cementerio de Alcoi en un acto estrictamente familiar y la celebración de la misa funeral por su eterno descanso fue presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, el pasado mes de septiembre.