(Diócesis de Getafe).- La diócesis de Getafe ha presentado el informe ‘Mirar al Sur de Madrid’, elaborado por el sociólogo Andrés Aganzo, que ofrece un análisis exhaustivo sobre las principales características sociales, económicas y demográficas de los territorios del sur de la Comunidad de Madrid. Un territorio complejo y profundamente desigual. Sus desequilibrios estructurales están determinados por dos dinámicas que se superponen y que a la vez se retroalimentan.
A pesar del crecimiento económico y los indicadores de bienestar de la mayor parte de la población, persiste la cronificación de la pobreza y desigualdad; la escasa inversión pública en servicios sociales y educación ha exacerbado las carencias en áreas clave como la salud, la vivienda y la atención a las personas mayores. La inversión en estos servicios esenciales es significativamente inferior a la media de la Comunidad de Madrid, lo que contribuye a una desigualdad creciente entre los municipios periféricos y los más céntricos de la región.
En cuanto a la demografía, el informe revela que la población de los municipios del sur de Madrid se distribuye de manera desigual. Con una población total de 1.691.452 personas, el 19 % es mayor de 65 años, lo que refleja un envejecimiento progresivo de la población. Además, la población migrante, que representa aproximadamente el 14 % del total, enfrenta desafíos adicionales en términos de integración y acceso a empleo de calidad.
Desigualdad y pobreza estructural
El informe pone en evidencia las grandes disparidades que existen en la región, entre los municipios del sur y otros de la Comunidad de Madrid. Por ejemplo, el municipio con mayor promedio de Renta Media Disponible (RMD) anual por declarante es Pozuelo de Alarcón, con 57.977 euros, seguido de Boadilla del Monte con 46.480 euros. En contraste, los municipios del sur presentan cifras significativamente menores: Parla tiene una RMD de 20.137 euros, y Fuenlabrada de 20.851 euros, lo que subraya las enormes diferencias económicas dentro de la misma región.
Según los últimos datos de la Agencia Tributaria (2022), los porcentajes de rentas más bajas se encuentran en los municipios del Sur en torno a una media del 25% de sus declarantes. Parla lidera esta lista, con un 25 % de su población en riesgo, seguido de Fuenlabrada (23 %) y Móstoles (21 %). La pobreza severa afecta especialmente a los hogares con menores ingresos, con un umbral crítico establecido en 6.010 euros anuales. Las rentas medias en estos municipios se sitúan entre el 42 y 45%.
La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE alcanza al 20,9% de la población, es decir, en torno a 350 000 personas. En el umbral de pobreza la tasa es 14,3% que representa 241.000 personas y la Carencia Material y Social Severa representa el 8,5% de la población, 143.650 personas. El umbral de pobreza de menores de 18 años alcanza al 25%.
En términos de empleo, el informe muestra que la falta de estabilidad laboral y las condiciones precarias afectan particularmente a los grupos más vulnerables: jóvenes, mujeres y migrantes. Las tasas de paro son especialmente altas, y los índices de temporalidad y trabajo a tiempo parcial son más elevados que en otras áreas de la Comunidad de Madrid. De hecho, el paro afecta a 77.604 personas, de las cuales el 62 % son mujeres, lo que pone de manifiesto la desigualdad que persiste en el mercado laboral. Contribuyendo de manera significativa al aumento de la brecha salarial.
El difícil acceso a la vivienda
Aunque el derecho a una vivienda digna está reconocido en la Constitución Española, la realidad es que el mercado inmobiliario se ha convertido en un espacio altamente especulativo que dificulta enormemente el acceso a la vivienda para muchas familias. Según el Censo de Población y Vivienda 2021, en los 10 municipios señalados del sur de Madrid existen 482.770 viviendas, de las cuales 75.973 están en régimen de alquiler (16,1 %) una cifra que sigue creciendo. Además, 28.017 viviendas permanecen vacías, lo que pone de manifiesto una grave ineficiencia en la distribución y uso de los recursos habitacionales, que agrava las desigualdades en estos territorios.
En respuesta a esta situación, se requieren políticas de vivienda pública y programas de rehabilitación que favorezcan el alquiler asequible y la mejora de la habitabilidad, reservando al menos un 30% de las viviendas rehabilitadas para los hogares en situación de vulnerabilidad.
Propuestas para un futuro más inclusivo y sostenible
La mejora de la calidad de vida en estos municipios debe pasar por un cambio estructural que apunte a la reducción de la desigualdad social y económica. Para ello, se deben aumentar las inversiones públicas en servicios esenciales, mejorar las infraestructuras y promover políticas de inclusión laboral que favorezcan a los colectivos más vulnerables.
Inversión en sanidad. La reciente crisis sanitaria (Covid-19) ha hecho visibles los efectos de este fenómeno de manera dramática en la atención a las personas con necesidad de cuidados. Ha realzado la importancia de la Atención Primaria y la necesaria inversión en salud pública por encima de la tendencia de la privatización y la mercantilización.
Prioridad en pobreza cero. Afrontar la carencia material social severa (ecv-2024) especialmente de las condiciones de vida de la población infantil y adolescente (25%), así como responder a los desafíos que plantea la juventud respecto a formación, salud mental, vivienda y empleo. El sistema de garantía de rentas es uno de los soportes básicos de la protección social en un Estado de Bienestar para el mantenimiento de un nivel de vida digno del conjunto de la ciudadanía. En esta dirección es básico la consolidación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), así como las Pensiones y las prestaciones sociales.
El envejecimiento demográfico, se configura como una importante fuente de creación de empleo y oferta de servicios sanitarios y de cuidado, el comercio, el ocio y la movilidad. Este hecho requiere una mirada diagnóstica del relevo generacional empezando por lo público. Nada resulta más gráfico de la desigualdad territorial como el hecho de que miles de personas (prioritariamente mujeres) se desplacen diariamente desde el Sur Metropolitano al territorio residencial del Noroeste para desempeñar tareas de atención y cuidados (infancia, mayores, dependientes).
Política educativa. Ampliar el número de plazas pública del ciclo 0-3 años. Actualmente, apenas se llega al 50% de la población, en este tramo de edad, que está escolarizada y, en su mayoría en centros privados o concertados. Las familias interpretan que esto es debido a la falta de plazas públicas accesibles económicamente. Se hace necesaria también una mayor dotación de profesionales necesarios para la atención a la diversidad del alumnado en los centros públicos. Igualmente, es necesaria la ampliación de la oferta formativa de FP (Formación Profesional).
Además, el informe subraya la importancia de adoptar políticas medioambientales para afrontar los retos ecológicos de la región. En este sentido, se destaca la contaminación de los ríos y la presencia de vertederos, como los de Pinto –en territorio de la diócesis– y Valdemingómez, que son algunas de las mayores fuentes de emisiones de metano en Europa. La transición ecológica y la economía circular se presentan como elementos fundamentales para mejorar la calidad del entorno y garantizar un desarrollo sostenible en la zona sur.
El informe ‘Mirando al Sur’ ofrece una mirada crítica a las dinámicas socioeconómicas del sur de la Comunidad de Madrid, pero también propone una serie de acciones concretas para transformar esta región en un espacio más equitativo y sostenible: la integración de las nuevas tecnologías en el tejido productivo, la lucha contra la pobreza, la mejora de los servicios públicos, la implantación de la reducción de jornada laboral, la promoción de la economía social y la integración de la sostenibilidad medioambiental son algunos de los pilares fundamentales que podrían contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos municipios.
Signos de esperanza en el sur de Madrid
A pesar de estas cifras, en este informe también se recoge la labor desinteresada de miles de personas que trabajan cada día por paliar la situación de injusticia y precariedad que sufren otras en los territorios del sur de Madrid. De la misma manera la Iglesia Católica y en concreto la diócesis de Getafe, se organiza también ante la injusticia social de nuestros días. En torno a la Vicaría para la Pastoral Caritativa y Social se vehiculan las diferentes delegaciones cuya misión en la Iglesia es curar, acompañar, proteger y hacer denuncia pública de la situación para que esta sea corregida y poder alcanzar un mundo más justo para todos donde lo importante sea la dignidad de la persona.
Cáritas, Migraciones, Pastoral Penitenciaria, Obrera, Salud, del Mayor, la Plataforma de la Iglesia por el Trabajo Decente o la Delegación de Ecología Integral son algunas de las iniciativas que representan la esperanza de que, a través de la solidaridad diaria y la acción conjunta, se puede construir un sur de Madrid más justo y humano.