«Recordemos juntos –explican a través de su cuenta de Instagram– que las vidas en Cañada también importan». Más de 1.200 familias se han visto afectadas por la falta de luz, después de que en octubre de 2020 se produjera una sobrecarga de la red eléctrica. Desde entonces, los habitantes, con un invierno de por medio protagonizado por la gran nevada Filomena, no han podido utilizar las neveras y las lavadoras ni bañar a los niños, por lo que muchos decidían no ir al colegio, y se quedaron incomunicados, sin poder cargar los móviles, perdiendo citas médicas, sociales o laborales.
«Se están vulnerando los derechos fundamentales de menores, ancianos y personas enfermas», explican los organizadores, y piden que no se normalice «esta injusticia». Apelan, así, a la unidad, la honestidad, la confianza, la corresponsabilidad, la participación y el diálogo para «restablecer la luz en Cañada».
La organización anima a participar en esta iniciativa a través de las redes sociales, subiendo fotos del momento de la proyección con los hashtag #FestivalSinLuzMadrid, #LuzParaCañadaYa y #CañadaEsMadrid.
La Iglesia, con la Cañada
En noviembre del año pasado, desde la parroquia Santo Domingo de la Calzada se organizó una semana de oración y ayuno para Escuchar a Dios en la oscuridad de la Cañada. Meses después, tras Filomena, el arzobispo de Madrid, cardenal Osoro,tildaba de «problema humanitario de primer orden»la situación en el poblado y urgía a dar una solución. «Pido a Dios –escribía– que no nos acostumbremos jamás al sufrimiento evitable que provoca la inequidad y la maldad humana cuando busca el beneficio a toda costa». Mostraba así su cercanía a una realidad que visitó personalmente el pasado mes de junio.
A finales de septiembre, la Cañada recibió la visita de la cruz de la JMJ en el recorrido que hizo para «abrazar» a los más desfavorecidos de la diócesis, y unos días después, a principios de octubre, Cáritas Diocesana de Madrid denunció que, tras un año sin luz, las familias experimentan «tristeza, desesperación, impotencia, sensación de abandono, frustración y, por desgracia, resignación», y volvió a pedir la actuación de las autoridades.
En la web de la Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación puede encontrarse más información.
Más de 1.000 niñas y niños llevan casi un año sin luz en la Cañada Real @El_Pluralhttps://t.co/nCkvmoRYSA Los y las menores han tenido que vivir situaciones extremas como pasar la tormenta Filomena en enero sin electricidad, o el verano sin medios para enfriar alimentos.
— @Mariano9605 (@mariano9605) October 3, 2021