Año jubilar en la parroquia madrileña de Santa María del Silencio, dedicada a la Pastoral del Sordo "De poco va a servir un año jubilar si luego estamos jubilados en la evangelización"

El párroco, Iñaki Gallego
El párroco, Iñaki Gallego Infomadrid

A pocos días de clausurar el Año Santo de san Isidro, la diócesis de Madrid inaugura otro año jubilar, el de la parroquia Santa María del Silencio por sus 50 años de vida

No es un jubileo universal; por eso no habrá puerta santa, sino puerta simbólica. «Símbolo de que queremos salir al mundo, a tantas personas sordas y sordociegas que no conocen a Jesús»

La singularidad de esta parroquia: es personal en vez de territorial. Es decir, «se dedica a una personas determinadas», en este caso a las sordas y sordociegas de la diócesis de Madrid —entre 15.000 y 20.000—, aunque también llegan de las otras dos diócesis porque esta es la única en la región «dedicada a la Pastoral del Sordo»

(Infomadrid).- A pocos días de clausurar el Año Santo de san Isidro, la diócesis de Madrid inaugura otro año jubilar, el de la parroquia Santa María del Silencio por sus 50 años de vida. No es un jubileo universal; por eso no habrá puerta santa, sino puerta simbólica. «Símbolo de que queremos salir al mundo, a tantas personas sordas y sordociegas que no conocen a Jesús».

Lo explica el párroco, Iñaki Gallego, que hace referencia a la singularidad de esta parroquia: es personal en vez de territorial. Es decir, «se dedica a una personas determinadas», en este caso a las sordas y sordociegas de la diócesis de Madrid —entre 15.000 y 20.000—, aunque también llegan de las otras dos diócesis porque esta es la única en la región «dedicada a la Pastoral del Sordo».

Localizada en la calle Raimundo Fernández Villaverde, la parroquia ocupa la capilla de lo que en su día fue hospital gratuito para jornaleros enfermos de la provincia de Madrid. Un conjunto —hospital y capilla— construido por el arquitecto Antonio Palacios (el mismo que hizo, entre otros, el Palacio de las Comunicaciones, ahora sede del Ayuntamiento de Madrid) entre 1908 y 1916, que es actualmente monumento histórico artístico nacional.

Su benefactora fue María de los Dolores Romero Arano, viuda de Francisco Curiel y Blasi, que creó una sociedad benéfica dedicada a san Francisco de Paula para levantar el complejo en un solar de su propiedad. En la actualidad se encuentra enterrada junto a su marido en una cripta bajo el altar, y cada 15 de diciembre se ofrece una Misa en su memoria.

Santa maria silencio fundadora

En 1916 el hospital pasa a ser administrado por la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y es inaugurado por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Años después, se encarga su administración a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, hasta la guerra civil, cuando es convertido en Hospital de Sangre. Una vez finalizada la contienda, pasa a ser hospital militar. En los años 60, con la creación de nuevos hospitales y de la Seguridad Social, el complejo queda abandonado, hasta que en 1984 la Comunidad de Madrid compra la parte hospitalaria para convertirla en la sede de la consejería de Transportes.

La capilla, por su parte, pasó a ser la parroquia Madre del Divino Pastor y San Francisco de Paula hasta 2011, año en que, ante su desuso, se convirtió en sede de trabajo para los obispos durante la JMJ de Madrid. Al concluir, el arzobispo emérito, cardenal Antonio María Rouco Varela, dispuso que pasara a ser la sede de la parroquia Santa María del Silencio, que desde su nacimiento se encontraba en unos locales de la cercana parroquia Santa María de los Ángeles.

Santa maria silencio parroco

La «impresionante» labor con los sordos

El cambio al nuevo templo fue un cambio sustancial para los feligreses. «Qué luz y qué espacio», asegura el actual párroco, pero especifica que «si impresionante es el edificio, más impresionante es la labor con los sordos, poderles enseñar las cosas de Dios».

Iñaki Gallego aterrizó en la parroquia antes de la pandemia. Estando en el seminario se había apuntado a clases de lengua de signos y, siendo coadjutor de Santa María de los Ángeles, en alguna ocasión le tocó atender a los sordos.

No se le pone al sacerdote nada por delante. Ha sido capellán voluntario de las cárceles de Estremera y Soto, es capellán del Clínico y, cuando le propusieron ser párroco del Silencio, dijo un «lo que Dios quiera», aunque también, cuenta divertido, un «yo, ¿aprender a algo?». Porque las clases del seminario se le habían quedado anticuadas.

Santa maria silencio sordos

En Santa María del Silencio hay «mucha vida». Además de las catequesis para niños y adultos sordos y de las actividades de la comunidad, hay una Cáritas parroquial exclusiva para personas y familias sordas. A ella llegan derivadas de otras parroquias, y en ella les prestan una atención mucho más especializada y personalizada.

Asimismo, la parroquia comparte espacio con la casa madre de las Misioneras Oblatas de María Inmaculada y de ella salieron Rosa, Odete y Sonia, las intérpretes que traducían las Misas de la catedral durante el tiempo de confinamiento de la pandemia.

Santa maria silencio despacho

Año de «impulso misionero»

La idea de pedir a la Santa Sede, a través del obispo, un año jubilar se les ocurrió al pensar «que tenemos que dar muchas gracias a Dios por todo lo que se ha hecho en esta pastoral», y a la vez «crecer en la fe, en la santidad, en la evangelización». En definitiva, la parroquia busca un «impulso misionero».

Por ejemplo, cuenta Gallego, hay más de 20 colegios de integración en Madrid que tienen sordos; pues «nos toca pico y pala». En este sentido, el párroco es expresivo cuando afirma que «de poco va a servir un año jubilar si luego estamos jubilados en la evangelización».

La alegría que ha supuesto la concesión del año jubilar a la parroquia «no se puede quedar aquí». Así, además de una peregrinación a Roma a principios de mayo, en la que le llevaron al papa Francisco una réplica de la Virgen del Silencio, han organizado una convivencia jubilar a nivel nacional para los días 23, 24 y 25 de junio con el mismo lema de la JMJ Lisboa 2023, María se levantó y se puso en camino. «Que nos levantemos para tantas personas que no conocen a Jesucristo en el mundo de los sordos», sostiene el párroco.

Santa maria silencio foto familia

Eucaristía jubilar

El año santo se abrió el pasado sábado, 27 de mayo, con una Eucaristía presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro. Presidía el templo la talla de madera de la titular de la parroquia, Nuestra Señora del Silencio, una Virgen que se lleva el dedo a los labios como pidiendo «silencio para escuchar a mi Hijo».

Fruto del silencio, destaca el párroco usando una expresión de santa Teresa de Calcuta, es la oración. Como se afirmó en la monición de entrada, esta es una parroquia «para personas cuyas señas de identidad son la lengua de signos y la alabanza a Dios con el silencio del corazón».

Durante la homilía, el cardenal Osoro recordó que este año jubilar es una invitación «a proclamar la grandeza del Señor» y la alegría «que llega al corazón de ser humano cuando nos sentimos queridos y amados por Dios». No todos los hombres «se han enterado de que son hijos de Dios», pero es cierto, dijo, que «el Señor nos ha elegido a hombres y mujeres de toda condición para que mostremos con nuestra vida que el Hijo de Dios ha venido a este mundo», y que Jesús da «una manera de vivir y de entender la vida» que posibilita que hombres y mujeres de toda la tierra se adhieran a Jesucristo.

Santa maria silencio cardenal

Asimismo, quiso dar las gracias a los presentes por la fe y la fuerza «que tenéis, y por la grandeza de corazón con la que vivís». «Que este año —continuó—, con esta muestra de cariño que ha tenido el Papa Francisco para concedernos este año de gracia, sea para vosotros también un momento de renovación espiritual, de renovación de vida, de apertura a todas las situaciones en las que estén los hombres y vivan los hombres, y de las cuales se necesite también entregar una luz de la fe y del amor».

Durante todo este año, al ser templo jubilar, los fieles que así lo deseen podrán lucrar en Santa María del Silencio la indulgencia plenaria cumpliendo las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.

Santa maria silencioo virgen

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Volver arriba