José y la familia de Jesús
La familia de sangre de Jesús no aparece como un factor determinante de su acción ni de sus convicciones en los evangelios sinópticos.
Lucas aporta apenas dos datos anecdóticos sobre una figura paterna en su relato de infancia: Que este "hombre de la casa de David" era esposo de María, y que por motivo de un censo se fue con ella hacia Belén, donde nacería Jesús. Luego, la pregunta de Marcos: ¿No es este el hijo de María? Se transforma en Lucas por: ¿No es este el hijo de José?. Ningun otro relato le menciona en Lucas. Mateo le da leve protagonismo a ese José "hombre justo" esposo de María - figura paterna de Jesús - en su relato de infancia, que poco coincide con el de Lucas. Un personaje que, modelado a partir del José del Génesis, por medio de 3 sueños va entendiendo dónde le necesita dios. Ninguna otra mención de José en Mateo. Jesús, como en Marcos, es "el hijo de María" y "sus hermanos son Santiago, José, Simón y Judas". La familia de sangre de Jesús no aparece como un factor determinante de su acción ni de sus convicciones en los evangelios sinópticos.
En Juan la familia de Jesús aparece poco. Su madre (sin nombre) en Caná y en la Cruz en una clara inclusión sobre la nueva religión y la nueva familia. Dos veces le llaman "Hijo de José". Y se mencionan hermanos en el episodio de la fiesta de las tiendas que "no creen en él". En Juan la palabra Padre aparece más de 110 veces. La mayoría pronunciadas por Jesús para referirse a Yhwh, de múltiples y variadas formas que evidencian cercanía, identidad y hasta representación. Yhwh es SU Padre y toda la vida de Jesús es una expresión de la vida del Padre. Las únicas dos veces en que se habla del padre, refiriéndose la familia de Jesús es cuando se le pregunta: ¿dónde está tu padre? Y cuando se le ofende: "nosotros no somos hijos de prostitución, nuestro padre es dios". No hay relatos, anécdotas, ni datos sobre José en Juan.
Muchas hipótesis históricas hay sobre este personaje que la iglesia católica celebra el día de hoy: Un patriarca familiar de María, una figura literaria necesaria en los relatos de infancia, un esposo y padre que rechazó a su hijo predicador. Una solución a una ausencia, etc. Sin duda las tradiciones legendarias extrabíblicas y piadosas han reemplazado, casi de manera fantasiosa, nuestro auténtico conocimiento de la familia de Jesús y de su resignificación de ese vínculo. A veces incluso la piedad nos envía un mensaje contrario a esa resignificación.
El cristianismo católico tiene una asignatura pendiente en el conocimiento que tenemos de Jesús a nivel popular. Un buen ejemplo es todo lo que un día como hoy, se dice sobre José y el hogar de Nazaret, basado más en la leyenda (así le llamen tradición) que en los evangelios. ¿Qué podemos celebrar o recordar entonces de esa figura paterna de la que no tenemos datos ni certezas porque sus escasas apariciones en los evangelios cumplen un papel didáctico y resolutivo sobre Jesús de Nazaret como Mesías que hizo de Yhwh su Padre absoluto? Quizá apenas un pretexto imaginativo (como lo ha sido en sus leyendas) sobre cómo también nosotros podemos resignificar nuestros vínculos al punto de hacer a dios lo más familiar y confiable en nuestra vida, teniendo herman@s por los que demos la vida más allá del lazo de sangre.
Etiquetas