El Salón de Grados, antigua Biblioteca, ha reabierto sus puertas Deusto celebra la toma de posesión del decano de la Facultad de Ingeniería, Asier Perallos
La ceremonia se ha desarrollado en el Salón de Grados, reabierto tras completarse su rehabilitación gracias a la colboración de la Fundación Gondra Barandiarán
Asier Perallos jura su cargo, ante el rector José María Guibert y el presidente del Consejo de Gobierno Javier López Ariztegui
El Salón de Grados ha reabierto sus puertas tras una remodelación gracias a la colaboración de la Fundación Gondra Barandiaran
El Salón de Grados ha reabierto sus puertas tras una remodelación gracias a la colaboración de la Fundación Gondra Barandiaran
(Universidad de Deusto).- La Universidad de Deustoha celebrado hoy, 7 de julio, la renovación en su cargo del decano de Facultad de Ingeniería, Asier Perallos. Esta toma de posesión ha ido precedida por la Lectio «El Salón de Grados: inspiración renovada para la Universidad de Deusto», impartida por Javier María Torres Ripa, con ocasión de la reapertura del propio Salón, tras completarse su rehabilitación gracias a la colaboración de la Fundación Gondra Barandiarán.
En su intervención, Javier Torres ha ilustrado sobre este espacio, antigua biblioteca de Deusto y una de las salas más emblemáticas de la Universidad. Una obra del arquitecto José Ramón Basterra, cuyo diseño responde al estilo de las librerías de la época. Se trata de una magnífica obra de carpintería de madera, que cubre los laterales, dejando libre el frente correspondiente a la pared de la fachada del edificio principal.
Los ventanales lucen vidrieras con los tradicionales escudos de Loyola, la villa de Bilbao y la Universidad de Deusto. La pared frontal se remata con trabajos de pintura y la cruz de la Compañía de Jesús. Se organiza el conjunto en tres niveles conectados por dos escaleras laterales por las que se accede a las tribunas rematadas con balaustres y barandillas y desde las que se accede a las baldas que cubren las paredes hasta el techo.
El centro plano de la cubierta está destacado por un planisferio celeste con el Zodiaco y otras constelaciones. En los bordes perimetrales abovedados, aparecen representados grandes padres de la Compañía de Jesús. Entre estos destacados humanistas se encuentra el P. Diego Laínez -quizá el más brillante intelectualmente entre el conjunto de los primeros jesuitas- y San Ignacio de Loyola, a quienes el rector José María Guibert ha dedicado buena parte de su discurso para, según ha dicho, buscar a partir de estas dos personas una enseñanza para el liderazgo.
Al respecto, ha comentado una anécdota sobre la relación de estos jesuitas. ¿Qué hizo Ignacio con Laínez? Pues, si bien en un momento lo ensalzó mucho y llegó a decir que era la persona a la que más debe la Compañía de Jesús, en el apogeo de su vida apostólica, le mandó una carta con unas críticas muy fuertes a algunas de las cosas que Laínez había hecho y cuestionaba cosas de su modo de proceder. Laínez no entendía las censuras. La historia habla de lo complejo de la persona líder y cuenta que Ignacio hizo esto para curtirle humana y espiritualmente para ser General.
El rector Guibert ha realizado cinco lecturas o aprendizajes de esta historia. En primer lugar, cuidado con el éxito. “No ha de embotarnos”. Y para ilustrarlo se ha fijado en el ejemplo de éxito de la Facultad de Ingeniería en estos tiempos. Y ha presentado algunos datos. Así, hace ocho años la matrícula nueva de primer curso de grado no llegaba a doscientas. El verano pasado rondó los cuatrocientos y este año será mayor. Además, la Facultad va a llegar a diez grados distintos, cuatro de ellos en el tiempo de decano de Asier Perallos.
En estos periodos como decano, Ingeniería cuenta con una sede y un grado en Vitoria, con alianzas estratégicas con Egibide y Salesianos para facilitar el camino de FP a Grado Universitario. Además, se ha reforzado la oferta en el campus de Donostia‐San Sebastián y se cuenta con dos dobles titulaciones internacionales, una con una entidad de Francia y otra con una segunda de Estados Unidos. También en investigación, tiene 18 proyectos activos del programa H2020 y Horizonte Europa. Se ha integrado DeustoTech -un Instituto con 51 personas- en la Facultad. Y el centro se ha volcado a la relación con la empresa: 8 itinerarios duales, 233 estudiantes haciéndolos, colaboración directa para ello con más de 100 empresas. Además, 10 aulas universidad empresa.
Para el rector,estos resultados son un ejemplo de un liderazgo servidor que no se queda en los éxitos. Esta es la primera lectura. La segunda, volviendo a Ignacio y Laínez, es el fomento del liderazgo orientado a las personas, no solo el orientado a tareas. Una tercera enseñanza es “no basar el liderazgo en decir solo cosas bonitas o agradables”, porque en la relación humana y de liderazgo no hay que decir solo cosas dulces. Cuesta a veces decir "no". En cuarto lugar, ha hablado de liderazgo basado en valores porque no todo vale y hay que humanizar la vida. Y, en quinto lugar, se ha fijado en la importancia de profundizar en un liderazgo compartido o colaborativo, que sabe que cada uno y cada una tienen su papel, acotado en el tiempo.
Salón de Grados, antigua Biblioteca
El Salón de Grados ha reabierto sus puertas tras una remodelación gracias a la colaboración de la Fundación Gondra Barandiaran
La Biblioteca fue durante la mayor parte del siglo pasado uno de los ejes de la vida universitaria como lugar de encuentro e investigación del profesorado y de los alumnos, donde a su alrededor se desarrollaron los seminarios y bibliotecas especializadas. Pero este equilibrio se rompió durante la Guerra Civil al ser incautado el edificio, que fue dedicado a cuartel general, a hospital militar y más tarde a campo de concentración. Los jesuitas se vieron obligados a abandonar el edificio y con la devolución del inmueble en 1940 las dependencias se fueron recuperando del expolio con grandes esfuerzos.
En los años sesenta, en la etapa franquista, tras el reconocimiento oficial de los estudios, Deusto conoció un desarrollo vertiginoso que llevó a un gran incremento de alumnos, los cuales empezaron a aportar el nuevo espíritu de libertad que se había extendido por todos los centros universitarios, tras las famosas revueltas estudiantiles de “Mayo del 68” en París, y que tuvo su réplica en España, que además añadía el hartazgo a la dictadura. Deusto no era una isla, los alborotos fueron continuos y de diversa índole. Uno de ellos, durante el Curso 1978/1979, obligó al cierre como biblioteca y años después se reabrió como el Salón de Grados que todos conocemos. En 1989 el Salón revivió acogiendo las conferencias del Forum Deusto.
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