Daniel Villanueva: “Este es el sueño de los Jesuitas” El rector Giménez-Rico, en las graduaciones: "En Comillas hemos aprendido a ir más allá de lo académico y a construir el nosotros"

(Universidad Comillas).- El pasado miércoles comenzaron en IFEMA Madrid las graduaciones de la Universidad Pontificia Comillas. Los actos, que suman un total de seis, corresponden a los cursos 2019-2020 y 2020-2021, dado que, a causa de la pandemia, el pasado año no fue posible llevarlos a cabo. Hoy, en medio de importantes medidas de prevención, los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (Comillas ICAI) y de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia “San Juan de Dios” han sido los primeros en recibir sus becas.

María Pilar Hernández Bas, alumna del Máster Universitario en Ingeniería de Telecomunicación y Máster en Big Data, hizo balance del último año, compartiendo con sus compañeros la perplejidad ante la pandemia, aunque destacando al mismo tiempo que "fue impresionante la rapidez y la organización de la universidad y los profesores" para hacer frente a esta dramática situación. Y confesó: "hemos visto que, en los tiempos más difíciles, somos capaces de lo mejor". Hernández Bas definió asimismo su tiempo de estudios como "un camino de crecimiento y de madurez, de caerse y levantarse, de no rendirse, en el que hemos estado muy bien acompañados". Y tras un agradecimiento al personal de la universidad, a los profesores, a las familias y a sus compañeros, concluyó: "Estamos comprometidos con utilizar nuestros conocimientos y nuestra energía para trabajar por un mundo más solidario, más innovador y sostenible".

Ignacio Sánchez Galán ha sido el padrino durante este primer acto de graduación. Durante su discurso, el presidente y consejero delegado de Iberdrola afirmó: "Valores como la honestidad, la equidad, la perseverancia, la capacidad de sacrificio o el espíritu de equipo son claves para alcanzar el futuro profesional; también se precisa espiritualidad y serenidad para ver a las personas desde una perspectiva más profunda". Y añadió: "No hay personas de éxito, sino personas que llevan a cabo proyectos exitosos".

Por eso instó a los jóvenes a no perder el orgullo de pertenencia, a "trabajar por mantener las muchísimas cosas buenas que hay en la sociedad y por hacerla mejor cada día". Y añadió: "esos talentos que habéis recibido tendréis que devolverlos con creces, para hacer un mundo más justo".

Finalmente, confesó: "Deseo continuar con las mismas ganas de aprender en mi vida profesional y personal, así que vosotros seguid también buscando vuestros sueños, porque tenéis capacidad de sobra para lograrlos; apasionaos por todo lo que hagáis, sois nuestra esperanza y nuestro orgullo, el futuro es vuestro", concluyó.

"En Comillas hemos aprendido a ir más allá de lo académico y a construir el nosotros", recordó el rector

Enrique Sanz Giménez-Rico, SJ, que entró en cargo como nuevo rector el pasado 3 de junio, comenzó su discurso transmitiendo a los presentes una sincera felicitación y, también, ánimo y afecto: "Felicidades, porque habéis llegado a la meta después de un recorrido particularmente difícil, marcado por la Covid-19 y sus efectos, y porque habéis sabido vivir con ilusión, alegría, generosidad, responsabilidad, preocupación y solidaridad", al tiempo que confesó: "salís reforzados de esta adversidad y fracaso para ofrecer a la sociedad vuestra competencia y profesionalidad, vuestro liderazgo y vuestro rico potencial emprendedor y transformador".

A continuación, el rector centró sus palabras en la celebración, desde el pasado 20 de mayo, del V centenario de la conversión de San Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas. A partir de su figura, el rector habló de la importancia de la conversión ("nervio de mis palabras que pronuncio en esta ocasión tan importante"), el discernimiento ("proceso lento y personal que hace posible vivir y llegar a la meta que quiero alcanzar") y, también, de la experiencia del fracaso ("que hace preguntarse a San Ignacio por el valor y el sentido de la vida").

Especial relevancia dio Sanz al necesario paso del 'yo' al 'nosotros'. San Ignacio experimentó en su vida un cambio definitivo como "persona remitida a los demás, en cuanto persona en relaciones de generosa y sincera reciprocidad, en cuanto ser con otros, con un nosotros". Y sentenció: "En Comillas hemos aprendido a ir más allá de lo académico y a construir el 'nosotros', el de nuestra autenticidad, motivación y nuestros valores; aquí hemos aprendido a trabajar juntos para llegar más lejos".

Concluyó el rector invitando a los presentes a llevar a cabo una conversión, "no a una idea, sino a una persona, a Jesucristo muerto y resucitado, el que pasó haciendo el bien". Una conversión que, en sus palabras, cambia radicalmente la vida y provoca una pregunta interpelante: "Señor, ¿qué puedo hacer para entregar los talentos y competencias y colaborar en la transformación de nuestras sociedades, especialmente en el tiempo tan convulso que vivimos?".

En el segundo acto de graduación han recibido sus becas los alumnos de másteres universitarios

Ayer jueves ha tenido lugar en IFEMA Madrid el segundo acto de graduación de la Universidad Pontificia Comillas. Los actos, que suman un total de seis, corresponden a los cursos 2019-2020 y 2020-2021, dado que, a causa de la pandemia, el pasado año no fue posible llevarlos a cabo. En medio de importantes medidas de prevención, hoy recibieron sus becas los alumnos de másteres universitarios de las distintas facultades y centros de Comillas.

Ignacio Herrero Granda, alumno del Máster Universitario en Dirección Internacional de Empresas, destacó en sus palabras la calidad -profesional y humana- del profesorado de Comillas y su entrega al alumnado, la calidez de la institución, aplicable a todas sus esferas, y sobre todo el trato individualizado. “En un año tan convulso y atípico como este, hay que hacer mención a cómo, a pesar de las dificultades vividas, nuestra universidad y nuestros profesores han sabido adaptarse a esta nueva y excepcional realidad nunca vista antes, procurando el mejor servicio posible y cumpliendo, siempre, el compromiso con sus alumnos”. Y añadió: “los logros alcanzados bajo estas condiciones serán parte de las experiencias que cimentarán las bases de nuestra carrera profesional”.

María Amaya Redonet Astigarraga, alumna del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria y Máster Propio de Especialización Terapéutica, profundizó asimismo en la experiencia vivida durante la pandemia: “Lo que hemos vivido nos ha demostrado nuestra capacidad de recuperarnos ante las dificultades y nos ha preparado para la adversidad de esta nueva etapa que comenzamos”, al tiempo que agradeció a la universidad “celebrar este momento tan importante poniendo como siempre todos los medios necesarios para darnos el mejor servicio de una forma que mira más allá del conocimiento”. Tuvo también un recuerdo especial por el profesor Javier H. Martín Holgado, recientemente fallecido: “Tu dedicación, tu paciencia, tu respeto, tu humildad y tu pasión son las cualidades por las que tanto te admiramos y que esperamos haber aprendido de ti estos años”, concluyó.

Daniel Villanueva Lorenzana, SJ, fue el padrino durante este segundo acto de graduación. Durante su discurso, el vicepresidente ejecutivo de Entreculturas incidió en que graduarse en Comillas no es solo un detalle: “en nuestros 500 años de vida, los jesuitas hemos trabajado consistentemente en la educación por un mundo mejor”. Y explicó: “una institución que cuenta hoy con un entramado de más de 4000 escuelas secundarias y casi 200 universidades en 127 países de seis continentes”.

En este sentido, Villanueva invitó a los presentes a sentirse parte de una historia más amplia, más allá de uno mismo: “hay muchas vidas y esfuerzos detrás de vuestra formación (familias, profesorado, personal no docente) y muchas expectativas en cómo vais a impactar en el mundo con los dones que habéis recibido”.

"El mundo avanzará sólo a través de la empatía y la colaboración de hombres y mujeres para los demás", apuntó Villanueva

“La clave -insistió- está en el conjunto: mi futuro, no es desligable del futuro de nuestra humanidad o de nuestro planeta”. Villanueva destacó que la educación es la mejor herramienta de transformación social y la única manera de construir un mundo mejor, “no solo para cada uno, sino para todos”. Por eso interpeló a los jóvenes: “Necesitamos nuevos actores, nuevos líderes, nuevas estructuras, nuevas redes capaces de poner a nuestras instituciones, empresas privadas, gobierno y sociedad civil al servicio del interés global de la humanidad. ¿Quién va a hacer eso sino vosotros?

“Este mundo avanzará -sentenció el jesuita- no por la competencia y las élites, sino sólo a través de la empatía y la colaboración de hombres y mujeres para los demás, mujeres y hombres de Conciencia, Competencia, Compasión y Compromiso”. Y concluyó: “Este era el sueño de San Ignacio, el sueño de los jesuitas, el sueño de la Universidad Pontificia Comillas”.