Entrevista al nuevo rector de la Universidad de Deusto Juan José Etxeberría: "La Universidad es una inmejorable herramienta para transformar la sociedad, dialogar con el mundo contemporáneo y estar en la frontera del conocimiento"
"Me comprometo a dar lo mejor de mí mismo en favor de nuestra misión. Y cuento con un capital enorme de personas entregadas al proyecto que son quienes me dan confianza y tranquilidad ante los retos a los que tenemos que responder"
"Quisiera que fueran continuidad y renovación. El rectorado de José María Guibert ha supuesto una importante transformación de la Universidad para responder a las necesidades de la sociedad"
"Para los jesuitas la Universidad es una inmejorable herramienta para transformar la sociedad, una oportunidad de dialogar con el mundo contemporáneo y estar en la frontera del conocimiento, y un envidiable espacio para el contacto con jóvenes"
"La religión y la Iglesia no van a volver a tener la posición social que tuvieron en el pasado, pero eso permite acompañar a los jóvenes en sus procesos particulares con mayor libertad y honestidad. Y aprendemos más en el camino"
"Para los jesuitas la Universidad es una inmejorable herramienta para transformar la sociedad, una oportunidad de dialogar con el mundo contemporáneo y estar en la frontera del conocimiento, y un envidiable espacio para el contacto con jóvenes"
"La religión y la Iglesia no van a volver a tener la posición social que tuvieron en el pasado, pero eso permite acompañar a los jóvenes en sus procesos particulares con mayor libertad y honestidad. Y aprendemos más en el camino"
"Vamos a seguir por la misma senda: nuestro afán es adaptarnos a las necesidades de la sociedad". El flamante nuevo rector de Deusto, Juan José Etxebarría, sj., nos recibe para abordar los retos de suceder a José María Guibert, cuyo rectorado "ha supuesto una importante transformación de la Universidad".
Entre sus retos, combinar "continuidad y renovación" en una institución educativa que es una de las 'joyas' de la Compañía de Jesús, y de Euskadi. "La Universidad de Deusto es parte de la explicación de los niveles de progreso y bienestar alcanzados en nuestro país, particularmente en el País Vasco", razona Etxeberría, quien reafirma "públicamente la vocación de servicio a la sociedad de la Universidad de Deusto".
¿Cómo recibió la noticia del nombramiento?
Conocía la posibilidad. Y, a pesar de ello, la confirmación de que se me pide semejante servicio me genera un fuerte sentimiento de responsabilidad que afronto con agradecimiento y humildad.
No puedo sino agradecer la confianza que la Iglesia, la Compañía de Jesús y los órganos de la Universidad han depositado en mí; y reafirmar públicamente la vocación de servicio a la sociedad de la Universidad de Deusto. Con todas mis limitaciones, me comprometo a dar lo mejor de mí mismo en favor de nuestra misión. Y cuento con un capital enorme de personas entregadas al proyecto que son quienes me dan confianza y tranquilidad ante los retos a los que tenemos que responder.
¿Cuál es su vinculación con Deusto?
Estoy vinculado a nuestra universidad desde mi propia formación, pues parte de mis estudios, el Bachiller en Teología concretamente, los hice aquí. Desde principios de la década de 2000 comencé a trabajar en la Universidad en docencia y asumiendo responsabilidades diversas, como la de vicedecano de Derecho o el de vicerrector de Identidad y Misión.
Fui provincial de la antigua Provincia de Loyola entre 2008 y 2014 y eso me convirtió también en Canciller Delegado de la Universidad, lo cual me dio otra perspectiva de nuestra institución. Tras la integración de provincias en la Provincia de España, volví a la Universidad y he ocupado diversos cargos, como vicerrector del área de comunidad universitaria y misión, sin dejar la docencia.
¿Continuidad o renovación?
Quisiera que fueran continuidad y renovación. El rectorado de José María Guibert ha supuesto una importante transformación de la Universidad para responder a las necesidades de la sociedad. Hemos ampliado nuestra oferta académica con apuestas importantes como las realizadas en el área de la Salud o las Ingenierías, modernizando también otras más tradicionales como el Derecho, la Empresa o las Ciencias sociales. Al mismo tiempo, la labor investigadora de la Universidad ha crecido de una manera extraordinaria, hemos triplicado publicaciones indexadas en diez años, lo cual nos ha permitido seguir siendo una Universidad de referencia en nuestro entorno. Vamos a seguir por la misma senda: nuestro afán es adaptarnos a las necesidades de la sociedad. Tenemos que avanzar en la digitalización y la internacionalización, y repensar la universidad para que responda a las demandas que recibe en áreas como la formación continua o la transferencia de conocimiento.
La Universidad es una de las ‘joyas’ de la Compañía en España, y un emblema de la formación en Euskadi. ¿Qué simboliza Deusto para los jesuitas y para el País Vasco?
Gracias por sus palabras. Somos una institución “grande” para la Compañía en España, pero una universidad “mediana” en el contexto internacional. Desde su nacimiento en 1886 Deusto ha sido una universidad que ha sabido reinventarse para responder a las necesidades del entorno. Sin querer caer en un discurso autocomplaciente, creo que es justo decir que la Universidad de Deusto es parte de la explicación de los niveles de progreso y bienestar alcanzados en nuestro país, particularmente en el País Vasco.
Para los jesuitas la Universidad es una inmejorable herramienta para transformar la sociedad, una oportunidad de dialogar con el mundo contemporáneo y estar en la frontera del conocimiento, y un envidiable espacio para el contacto con jóvenes. Es un instrumento necesario en la misión de la Compañía, que trabaja por un mundo más justo, más comprometido con la fe y más respetuoso con la naturaleza.
¿Por qué universidad apuesta?
En nuestro entorno existen magníficas Universidades públicas, privadas y, algunas como nosotros, de iniciativa social. Nuestro proyecto solo tiene sentido desde una identidad humanista e ignaciana que la hace singular, abierta al mundo, pero arraigada en su entorno.
Acabamos de aprobar un plan estratégico que señala las apuestas para los próximos años. Dibuja una universidad que pone el acento en la formación en valores; en la ampliación, diversificación y personalización de nuestra oferta de estudios; en la transferencia de conocimiento con impacto en la sociedad; en las redes y relaciones con agentes de todo tipo, y en el fortalecimiento de la comunidad universitaria. La agenda 2030, con su acento en la justicia y la sostenibilidad, ofrece también un buen marco de objetivos para la universidad y para las colaboraciones que establecemos.
¿Cuál es el futuro de la Universidad?
Es un futuro más global, donde lo online tendrá mucho mayor peso, donde las titulaciones sin el marchamo oficial seguirán ocupando más espacio, donde la innovación y la capacidad de responder a las necesidades del momento marcarán la diferencia; la oferta será más amplia y diversa y las universidades trabajarán más en red y estarán aún más conectadas a la sociedad.
Política de becas: ¿cómo combinar las élites con los menos favorecidos (política de becas)?
No nos sentimos una universidad de élite. La mayoría de nuestros estudiantes y sus familias hacen un esfuerzo considerable para estudiar en Deusto. Y eso es para nosotros una gran responsabilidad.
Somos conscientes de que las tasas de una universidad como la nuestra, que se sostiene gracias a ellas, son una barrera difícil de sortear para algunas personas. Y nos preocupa mucho que la sociedad pueda perder por ello talento. Hacemos un gran esfuerzo para evitarlo en la medida de nuestras posibilidades: la Universidad aporta, de sus propios fondos, 2.5 millones de euros anuales para becas. Y cuenta con iniciativas como las Becas Deusto Arrupe que, gracias a la aportación de la comunidad universitaria y diversas entidades, permite a 125 jóvenes con pocos recursos y expediente académico brillante estudiar sin coste alguno en la Universidad.
¿Consiguen conectar a los alumnos con la religión?; ¿Hay sed de Dios de los jóvenes universitarios?
Es consustancial a la juventud la sed de autenticidad, de plenitud, de compromiso. Hoy en día con una sensibilidad acentuada en temas como el medio ambiente, la valoración de los cuidados, o la justicia social. Habita en ellos el futuro y eso es siempre una gran oportunidad para que opere el Espíritu.
La religión y la Iglesia no van a volver a tener la posición social que tuvieron en el pasado, pero eso permite acompañar a los jóvenes en sus procesos particulares con mayor libertad y honestidad. Y aprendemos más en el camino. Recientemente las instituciones de la Compañía de Jesús en España hemos celebrado un encuentro en Loyola sobre la transmisión de la fe. Y hemos sentido una gran llamada a nuestra propia conversión, a “ser” más que a “hacer”, y desde esa premisa posibilitar encuentros que también provocan desajustes en nosotros. Esos son procesos que suceden en la Universidad de Deusto y es una enorme gracia ser testigo de ellos y vivirlos.
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