En la festividad de Santo Tomás de Aquino La Universidad de Deusto celebra la culminación de los estudios de sus más de 2.750 nuevos titulados
La Universidad de Deusto ha celebrado hoy, 28 de enero, la festividad de su patrono Santo Tomás de Aquino con la investidura de sus nuevos graduados de Teología y nuevos doctores, así como con la entrega de distinciones a los estudiantes más brillantes
El rector ha dedicado su intervención a recordar algunos de los retos que tenemos las universidades jesuitas, animando a la comunidad de Deusto a buscar fuerza interior para seguir llevándolos adelante
José María Guibert: "En tiempos de ChatGPT y otros algoritmos seguiremos buscando cómo aprovechar sin miedo y sin reservas las tecnologías"
A partir de esta primera jornada de investidura, las distintas Facultades de la Universidad de Deusto celebran cada sábado las graduaciones de sus nuevos titulados
José María Guibert: "En tiempos de ChatGPT y otros algoritmos seguiremos buscando cómo aprovechar sin miedo y sin reservas las tecnologías"
A partir de esta primera jornada de investidura, las distintas Facultades de la Universidad de Deusto celebran cada sábado las graduaciones de sus nuevos titulados
(Universidad de Deusto).- La Universidad de Deusto ha celebrado hoy, 28 de enero, la festividad de su patrono Santo Tomás de Aquino con la investidura de sus nuevos graduados de Teología y nuevos doctores – un total de 57 doctores defendieron su tesis doctoral el pasado año-, así como con la entrega de distinciones a los estudiantes más brillantes. Un día de reconocimiento del trabajo bien hecho que también marca el inicio de las graduaciones de los 2.701 estudiantes de grado que culminaron sus estudios en el curso 2021-22.
De estos egresados, 424 pertenecen a Derecho; 6 a Teología; 286 a Ingeniería; 605 a Ciencias Económicas y Empresariales; 571 a Ciencias Sociales y Humanas; 182 a Ciencias de la Salud; 451 a Educación y Deporte; 4 al Instituto Superior de Ciencias Religiosas y 176 a la Escuela Universitaria de Magisterio “Begoñako Andra Mari”.
La jornada académica, que va precedida de una eucaristía en la Capilla Gótica, se ha iniciado con la entrega de los Premios Extraordinarios Fin de Carrera UD, Honors Program, Premios Fundación Mendieta y Lambarri y Premio Extraordinario Ignacio Ellacuría. A continuación, se ha homenajeado a los profesores eméritos, profesores y colaboradores jubilados, para seguir con las investiduras de los nuevos teólogos y doctores, y las palabras del rector José María Guibert. Discurso íntegro.
Apostolado intelectual
El rector ha dedicado su intervención a recordar algunos de los retos que tenemos las universidades jesuitas, animando a la comunidad de Deusto a buscar fuerza interior para seguir llevándolos adelante. Considera que el apostolado intelectual es parte de la identidad religiosa de la Compañía de Jesús y que ésta tiene una larga tradición en este ámbito. En este sentido, afirma que con este apostolado colaboramos tanto con la misión evangelizadora de la Iglesia como con el progreso del saber y de la ciencia y, en su opinión, “nuestra tarea es seguir pensando en cómo puede concretarse hoy en día esa apuesta”.
Comenzando con la cuestión de la docencia y del aprendizaje, José María Guibert ve importantes cambios en este terreno, muchos de los cuales ya son parte de la vida universitaria. Ha citado así la formación basada en competencias que supera formas más tradicionales de enseñanza o las formas de aprendizaje basadas en problemas, proyectos o retos, sin olvidar la cada vez mayor vinculación con el entorno laboral a través, por ejemplo, de la formación dual. También ha hablado del mayor peso de las agencias externas de calidad y de la utilización intensiva de tecnologías digitales, una cuestión sobre la que afirma: “en tiempos de ChatGPT y otros algoritmos e innovaciones seguiremos buscando mejor cómo evaluamos y cómo aprovechamos sin miedo y sin reservas las tecnologías, como hace décadas introdujimos en nuestras vidas y trabajo la calculadora o el procesador de texto”.
Vista esta tarea docente desde el punto vista jesuita, José María Guibert señala que una universidad jesuita como Deusto ha de poner en el centro de su labor a las personas. Por ello, los valores (ética, responsabilidad, visión trascendente, etc.) son parte de las competencias transversales que se quieren incluir en la oferta formativa, además de los conocimientos y habilidades. Se busca, en este sentido, una formación integral más “completa” que busca una mirada crítica de la realidad centrada en la transformación con el foco en la búsqueda de la justicia social. Un objetivo que se concreta en el “Aprendizaje y Servicio”, un formato que se integrará en el Campus Social y que recoge experiencias formativas que buscan la promoción de la justicia y la transformación del estudiante mismo.
Generar conocimiento relevante
En relación con la otra dimensión clásica de la universidad como institución: la investigación, también se trata de un hecho naciente y pujante en la vida universitaria. El rector Guibert es consciente de que los problemas sociales, políticos o de guerra no se arreglan por sí solos con más ciencia, tecnología y conocimiento, pero, sí cree que “la ciencia, bien gestionada y dirigida, es cada vez más parte de la solución a problemas de salud, sociales, de desarrollo o de otra índole”. Reconoce, no obstante, que generar conocimiento es caro y necesita de importantes recursos económicos. Añade que también existe el riesgo de centrarse en ciencia entendida como meras publicaciones que dan rédito académico y que nos alejan de los problemas reales de nuestro entorno.
La mirada jesuita en este terreno nos debería llevar, a juicio de José María Guibert, a plantear estrategias de investigación que ayuden a mejorar tanto el aporte social que la universidad realiza en su entorno como la calidad académica de los mismos centros. La misma Compañía de Jesús ha destacado que “la misión de investigar” es propia de su carisma y de ahí, la afirmación del rector cuando dice que “también en la ciencia estamos abiertos a la novedad que va surgiendo”. Al respecto, señala que buscamos discernir por dónde se ofrece más justicia, más fe o formas de una vida más plena. “El conocimiento es una ‘frontera’ y nuestra misión es estar ahí, aprender y generar conocimiento socialmente relevante”, concreta.
Hub de relaciones
Además de la docencia y la investigación existe una tercera misión de la universidad que es su rol como líder social. La universidad interviene en asuntos sociales, económicos y políticos, lo que la convierte en “un hub de relaciones entre instituciones”. En esta línea puede ser un polo de atracción internacional, es conciencia crítica y constructiva de temas que afectan a la sociedad, y colabora con la mejora de la ciudad y región donde está establecida porque ayuda en el desarrollo de la juventud y aporta profesionales formados… Por ello, las ciudades y países quieren tener buenas universidades, por su importante rol en la transformación social y desarrollo.
Desde el punto de vista jesuita, las universidades colaboran con el progreso de su entorno físico y humano, pero buscan hacerlo divulgando valores éticos y democráticos, fomentando unos debates y no otros o procurando ser sensibles a ayudar a otras instituciones más débiles. “Los centros jesuitas quieren defender no solo los intereses de estudiantes, profesores, investigadores y empleados, sino estar en conjunto al servicio de causas nobles y de progreso”, explica el rector Guibert.
El máximo representante de la Universidad ha terminado sus palabras señalando que todos los retos mencionados son las opciones estratégicas definidas en el recién aprobado Plan Estratégico Deusto 2026. Este plan, que es el que va a guiar la acción de la institución los próximos cuatro años, recoge muchos ‘sueños’ que para que sean posible necesitan, según José María Guibert, de la ayuda de personas que crean en el proyecto o lo vivan “con una clara vocación académica y de servicio”.
Para ello, cree que hace falta un liderazgo capaz de poner de modo eficaz la compleja y potente maquinaria universitaria al servicio de los valores humanizadores. Y al respecto, asegura que necesitamos flexibilidad, dentro y fuera de nuestras instituciones, para adaptarnos a los retos que nos pide nuestro tiempo. En este sentido, “el reto será ofrecer entornos de trabajo que transparenten valores atrayentes como inclusión, diversidad, justicia o sostenibilidad, que ofrezcan espacios de desarrollo profesional, y de crecimiento humano y cristiano, y sepan fomentar la motivación e ilusión por pertenecer a un proyecto atractivo, en crecimiento y con futuro. Y, en este marco, las universidades jesuitas de todo el mundo deberíamos saber colaborar más y sumar nuestras fuerzas para proyectos comunes”, ha concluido.
A partir de esta primera jornada de investidura, las distintas Facultades de la Universidad de Deusto celebran cada sábado las graduaciones de sus nuevos titulados.
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