CIEC: La educación es una semilla que puede cambiar el mundo Óscar Pérez Sayago: "El único motivo por el cual tenemos colegios católicos es para transformar la realidad"
Óscar Pérez Sayago, secretario general de la CIEC (Confederación Interamericana de Educación Católica) habla del congreso que se va a celebrar en enero, en Santiago de Chile, a propósito de la Educación Católica, de sus retos y objetivos
La Fundación Edelvives y la CIEC colaboran para potenciar la innovación, el trabajo educativo, el liderazgo y la pastoral
Como ya ocurrió en la Iglesia con la llegada de un Papa del Nuevo Mundo, la educación católica en América está vivendo una primavera y revolucionando la escena educativa. Tienen mucho que aportar, y han encontrado un gran aliado en España, concretamente en la Fundación Edelvides, desde cuya sede estamos hoy entrevistando a Óscar Pérez Sayago, secretario general de la CIEC (Confederación Interamericana de Educación Católica), que nos va a hablar del congreso que se va a celebrar en enero, en Santiago de Chile, a propósito de la Educación Católica, de sus retos y objetivos.
Nos comenta que es el congreso más antiguo de nación; se viene celebrando desde 1945. Este año van a abordar los temas de liderazgo, comunicación y marketing, porque piensan que el modelo que vende la educación católica tradcional está en crisis. Y el marketing y la comunicació porque, como é dice, "si no mostramos lo que hacemos, va a ser muy difícil que nos conozcan y que nos visiten".
Es un gran admirador del papa Francisco porque ve en él un testimonio de lo que predica. Y sigue el consejo que le dio: “sigue adelante, así como yo sigo”.
Hoy estamos en la sede de la Fundación Edelvives con Óscar Pérez Sayago. ¿Cómo estás Óscar?
Bien, gracias.
Eres secretario general de la CIEC.
De la Confederación Interamericana de Educación Católica, sí.
Que es la institución que maneja todo lo que tiene que ver con educación en valores, con colegios católicos en todo el continente. No solo en Iberoamérica.
Bueno, Iberoamérica no, porque España tiene su propia organización y hace parte del continente europeo de la organización. Nosotros somos todo América, compuestos por, más o menos, veinticinco mil colegios entre Canadá y Argentina.
Una gran potencia educativa a nivel global.
Sumamos el 30% de la educación católica mundial, según afirma el Vaticano.
Supongo que para una persona joven como tú y comprometida con la educación, la responsabilidad de dirigir ese transatlántico, es grande.
Sí. Ahí vamos. La asamblea de presidentes, hace tres años, me eligió y me encargó la CIEC. Junto con mi consejo y los presidentes en cada país, estamos posicionando la escuela católica y fortaleciéndola en medio de tantas crisis como tenemos en América.
Tenemos aquí una imagen de nuestros amigos los 'mindundis' que ponen a Francisco con Jesús y con los logos de la Fundación de Edelvives y de la CIEC, y que sirve como pórtico para presentar un congreso que se va a celebrar en enero, en Santiago de Chile. Es el vigésimo sexto, ¿no?
Sí. Es el congreso más antiguo del continente en educación, y sobre todo en permanencia. En 1945 se hizo el primer congreso en Bogotá. Fruto de este congreso se inauguró la Confederación. Y así, sucesivamente y cada 2-3 años, hemos continuado reflexionando sobre temas clave de pedagogía y educación católica, respondiendo a los desafíos que hay en el continente.
Este año, ¿qué tema abordáis?
Vamos a abordar liderazgo, comunicación y marketing. Generalmente, se dice que la escuela católica está en crisis; en América hemos perdido muchos estudiantes. Esto se debe a múltiples factores. América ya no es un continente joven. Se ha reducido la juventud porque los hogares tienen menos hijos.
Y la secularización, de la que hablamos en Europa, está llegando allá.
Hay países que la están notando más, como Uruguay o Chile. Y el fenómeno va subiendo hacia la zona andina, Colombia, etc. La iglesia ya no tiene tanta presencia, y a esto se unen los escándalos en los que se ve envuelta. Además, está la imagen que han vendido los colegios católicos; que somos tradicionales, retrógradas.
Más orientados a la férrea doctrina en lo relativo al sexo.
El 'proselitismo', como dice el papa Francisco. Hasta 'Los Simpson' dedicó un capítulo en contra de la escuela católica... Es curioso que Homero le dice a Burt que lo mandará a un colegio católico porque ahí lo castigaran, lo juzgarán y lo mandarán al infierno. Pero él enfatiza que es un colegio donde va a tener buenas calificaciones. O sea, que los colegios católicos en América tienen fama reconocida de una educación de calidad pero todavía elitista, en algunos países.
Por todo ello, apuntamos, primero, al liderazgo. Porque creemos que la escuela no está en crisis; está en crisis el modelo de liderazgo.
El Papa insiste que el líder debe ser alguien cercano, colaborador. E insiste que debe ir adelante para indicar el camino. En la mitad para escuchar. Y atrás para empujar.
Lo que les pide a los obispos. En realidad, el formador es el es el líder de la comunidad educativa.
Para nosotros es clave que, si queremos fortalecer la escuela católica, hay que apuntar al líder de la escuela católica del siglo XXI. Por eso, también creemos que es clave la comunicación. Y por eso, hemos contado con ustedes para que nos acompañen, porque la escuela católica debe comunicar.
Si no comunicamos lo bueno, otros comunicarán lo malo. Y en América Latina, y sobre todo allí, la escuela católica llegó a educar a los más pobres: donde no llegaba al Estado hay colegios católicos. Vengo de Nicaragua, hace dos semanas, y en la comuna 'Los Cocos' las hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús están orientando, acompañando a los jóvenes y proponiendo alternativas de salvación.
Estáis presentes en toda América, donde representáis el 30% de la educación católica. ¿Cuál es vuestra visión de la educación católica en el mundo y cómo debería ser? ¿Cuáles son los ejes para el futuro de este tipo de escuela?
El primer eje, que la escuela católica debe fortalecer es el de la identidad. Y qué nos hace distintos: que educamos como todos, pero lo hacemos 'integralmente'. El papá ha insistido en que eduquemos la cabeza, el corazón y las manos, y nosotros apuntamos a una educación integral de calidad. Eso es lo que nos hace identitarios.
El segundo eje tiene que ver con la calidad, como lo menciona el mismo Papa, en nuestros colegios, antes de ser católicos tenemos que 'hacer escuela'. Y si nosotros damos una educación de calidad, vamos a poder dar una excelente educación católica. El tercer eje al que nosotros apuntamos es el cuidado de la Casa Común. La encíclica 'Laudato si' insiste en que si desde niños ponemos las semillas, vamos a sacar a adultos que apuesten, precisamente, por el cuidado de la tierra, el medio ambiente...
En el Sínodo de la Amazonía se están debatiendo, también, estos temas. Es una preocupación del Papa que se puso de manifiesto ya en su su primera misa, cuando tomó posesión, y habló de que tenemos que ser responsables y corresponsables de este cuidado.
Y si empezamos desde niños, vamos a lograr adultos responsables del cuidado de esa casa.
El cuarto eje por el que apostamos es la formación política. No sé cómo está en Europa, pero en América...
Faltan líderes, no solo con moral, sino con ética.
También nosotros vamos viendo que nuestros países de América Latina están en crisis. Hay crisis en Ecuador, crisis política en Brasil, en Argentina... Hay crisis política en casi todos nuestros países, desde Estados Unidos. La escuela católica, al formar integralmente, debe apostar por la preparación de nuevos ciudadanos que apuesten por la política y la preocupación por el bien común, como ha insistido el Papa.
Esos son los cuatro desafíos que, desde América, queremos aportar a la escuela católica mundial y creemos que la OIEC también debe trabajar a este nivel con la escuela católica.
¿Entiende el resto de la escuela católica que el impulso que estáis trayendo desde desde Latinoamérica es el que el que tiene que ir adoptando? Igual que costó que un papá venido del fin del mundo, como decían, entrara en Roma, ¿cuesta que la vieja Europa se dé cuenta de que lo que viene de América es hacia dónde tiene que apuntar el futuro de la educación?
Claro. Primero, ha costado la figura del laicado. El clericalismo que había en América Latina hasta el Papa lo denunció: 'unos son los que trabajan y otros son los que salen en la foto'. Pero ha sido interesante porque, como laico, reconozco que los obispos han tenido un reconocimiento y una aceptación al trabajo del laicado. Los religiosos, poco a poco, han ido aceptando. Incluso, el secretario general en América es el presidente; no hay figura presidencial en la organización.
Creo que vamos entrando y, con las actividades, Europa se va dando cuenta que es importante mirar a América y aprender también. Que nosotros no solamente nos copiamos y también podemos servir de inspiración para otros. Monseñor Sani, en la Congregación de Educación Católica, nos decía que América está apostando, construyendo cosas grandes y eso es lo que queremos aportar al mundo.
¿Cuál es la reacción del Vaticano? Porque tenéis una vinculación directa con con las “políticas” educativas del Vaticano. ¿Cómo se están acogiendo vuestras reformas, vuestros modos de entender la educación?
En primer lugar, en América nos relacionamos con el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano). Con ellos y con la Conferencia Latinoamericana de Religiosos trabajamos conjuntamente por los principales desafíos del continente. Y con la Congregación ha sido un trabajo conjunto; con monseñor Sani, con Giovanni (que es el encargado de Escuela), y con los padres encargados de Universidad y Acción. Es un trabajo donde todo lo que el Vaticano propone, la CIEC se encarga de difundirlo. Pero, a la vez, ellos también están pendientes de todo lo que hacemos en América. Fruto de este trabajo, monseñor Sani fue a Colombia el año pasado e hicimos un evento a nivel de América donde proponíamos alternativas para que la educación católica siguiera avanzando.
Ahora queremos proponer al Vaticano que haya un asesor de América, porque la mayoría de asesores de la congregación son europeos y queremos que escuche el sentir de nuestro continente. Lógicamente, ahí están el cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, que es nuestro director espiritual, y el cardenal Lacunza, de Panamá, que también nos acompañan y aportan a la congregación.
Hablemos del XXVI Congreso Interamericano de Educación Católica, que se celebrará en Santiago Chile en enero. ¿La elección de Chile es casual? ¿Tocaba?
No. Es casual. El consejo me autorizó proponerle a FIDE, que es la organización que nos representa en Santiago. Propusimos Chile porque, como decíamos antes sobre la comunicación, si no comunicamos lo bueno otros comunicarán lo malo, y la educación católica de Chile ofrece una formación excelente y de calidad. Es muy reconocida. He tenido la oportunidad de visitar sus colegios católicos y están llenos. No tienen espacio; la gente los busca por su calidad y queremos hacer un reconocimiento.
Quizás, por todos estos escándalos la escuela católica se ve afectada, pero queremos hacer un reconocimiento a la educación chilena y mostrar lo que Chile hace al mundo.
Nosotros estamos presentes en en el congreso, a mí me toca dar una ponencia pero hay otras personas muchísimo más puestas y mucho más importantes. Cuéntanos, un poco, quiénes son los principales invitados al congreso.
De invitados como tal, vamos a tener cerca de 10 conferencias, invitados de todo América y de España, de diferentes regiones. Vamos a tener personas de EEUU, nos acompañará Thomas, que es el presidente de la Escuela Católica. Es la escuela católica más numerosa, con cerca de 6.800 colegios afiliados. Nos va a acompañar Xavier Aragay, que lideró toda la propuesta de innovación de los colegios jesuitas. Y nos van a acompañar de México con toda la propuesta de marketing. trabajaremos desde Colombia, con la CLAR (Confederación Latinoamericana de Religiosos), con lecciones de liderazgo del papa Francisco. Hay un libro que escribió un judío y que reconoce en el papa Francisco no solo un líder dentro de la Iglesia, sino un líder para los empresarios...
Un líder global.
Exacto. Y la hermana Liliana Franco, que es la presidenta de la CLAR, nos va a compartir esa experiencia de liderazgo. Luego, tenemos experiencias de Brasil, nos acompaña el padre encargado de educación de los colegios jesuitas de las provincias de América Latina y nos va a brindar cómo los jesuitas apuestan por la calidad y en la experiencia para América.
Vamos a trabajar espacios educativos, y de Brasil nos van a compartir toda la experiencia del marketing, que es el otro tema.
Generalmente, el marketing es mal visto.
Se asocia con la venta, con los beneficios y con el negocio.
Pero nosotros entendemos que el marketing es la posibilidad de mostrar lo que hacemos. Si no mostramos lo que hacemos, va a ser muy difícil que nos conozcan y que nos visiten. Se trata de que la escuela católica sea auténtica a los fieles valores que nos fundamentan. El Papa dice por qué tenemos colegios católicos: si es por dinero, los colegios católicos no es que den mucho.
Y aunque lo dieran.
El único motivo por el cual tenemos colegios católicos es para transformar la realidad. Y nosotros queremos, desde el liderazgo, la comunicación y el marketing apostar en América en calidad y en cómo hacerlo para transformar nuestros pueblos, que lo necesitan.
En España tenéis un aliado clave que es la Fundación Edelvives, donde estamos hoy. ¿Cuál es la relación que tiene la CIEC con Edelvives?
Hace tres años, cuando asumí como secretario general, nosotros entendimos que estas instituciones no deben ser exclusivas, y abrimos el trabajo. Ha sido muy interesante porque con la Fundación Edelvies, desde el principio, conectamos con la misión. La misión de nosotros es animar la evangelización de los pueblos a través de la educación y, justamente, la Fundación se propone mejorar la calidad a través de la educación de los pueblos. Quisimos tener este acuerdo para potenciar la innovación, el trabajo educativo, el liderazgo y la pastoral. Y ahora le estamos apostando a los padres de familia. Entonces, es un aliado estratégico. Dice Xavier Aragay que solos no podemos y necesitamos aliados.
Cuando contamos con aliados, podemos llegar a todo el continente y, gracias a Dios, contamos con la Fundación Edelvives para llegar a todos los rincones con nuestra propuesta educativa, pastoral y familiar.
Y desde Religión Digital también os apoyamos en el congreso y en toda la tarea que estáis realizando.
Una última pregunta: tienes ocasión de visitar, alguna que otra vez, al papa Francisco. ¿Cómo le ves últimamente, en mitad de los ataques que está recibiendo? En un momento en el que que este pontificado está, de verdad, arrancando, tomando velocidad de crucero para cambiar muchas cosas en materia educativa, social, económica.., de todo tipo, en un mundo necesitado de estas reformas, no solo en la iglesia.
Ya he tenido tres veces la oportunidad encontrarme con él y de mostrarle lo que estamos haciendo. Lo que admiro es que él lo que expresa, lo vive. Siempre lo veo con esperanza. Y es impresionante, porque la última vez que estuve, a mitad de año, entregándole un libro que nosotros hicimos sobre él, me dijo: “sigue adelante, así como yo sigo”.
Me llamó la atención: a pesar de las dificultades, de los problemas, a pesar de los pesares, hay que seguir adelante. Creo que él mismo es testimonio. A pesar de todas las crisis lo ves siempre tranquilo; con una paz, con un sosiego.
Él decía, en una de las entrevistas, que duerme muy tranquilo. Que siente que está haciendo las cosas bien.
Ustedes publicaron, hace poco, un artículo que señalaba que lo que está haciendo el Papa es cristianizar nuevamente la figura del papado. Y gracias a su trabajo estamos cristianizando la escuela católica. De una u otra manera hay que estar a la vanguardia, pero hay no hay que olvidar nuestras raíces y nuestra identidad.
Óscar Pérez Sayago, secretario general de la CIEC, enhorabuena, mucha suerte en el congreso y adelante con la esperanza, como dice el Papa.
Muchas gracias y esperamos a Religión Digital compartiéndonos toda la experiencia. Y también contando al mundo lo que América Latina y América, porque EEUU y Canadá incluyen, hace y aporta al mundo.
Estaremos, hablando allí y contándolo desde aquí. Muchas gracias, Óscar.