“Hijos de Yahvé. Una arqueología de Jesús y Pablo”
11-03-2021 (1167)
“Hijos de Yahvé. Una arqueología de Jesús y Pablo” (11-03-2021) (1167)
Escribe Antonio Piñero
Hago hoy un alto en mi diatriba “con” (no “contra”) R. Carrier (“adversario”; nunca “enemigo”) sobre la tesis de este investigador norteamericano acerca de la no existencia de Jesús de Nazaret, para presentar un libro de un autor que Ustedes, lectores de este medio, conocen ya perfectamente: Eugenio Gómez Segura, ya que escribe regularmente aquí. Y temas de impacto sobre el trasfondo próximo o remoto de la teología y religiosidad cristiana. Hoy hago una presentación de su libro, y en futuras postales comentaré aspectos importantes de la obra. El doctor en Filología Clásica Gómez Segura es un antiguo alumno y ahora colega mío muy apreciado. Quizás alguno diga que noy imparcial en lo que escribiré; pero procuraré serlo.
La ficha del libro es,
Editorial Dilema; edición del 11 febrero de 2021. Madrid, 378 pp. 978-849827505. Precio 18 euros.
Como saben, se escriben unos mil libros al año sobre Jesús. Pero muy pocos son de verdadero interés, por su aportación de ideas interesantes o nuevas perspectivas. Sostengo que el libro de Eugenio Gómez Segura pertenece a este tipo, tan raro, escaso y talentoso. El tema es “Jesús y Pablo”, o bien de Jesús a Pablo con la vista puesta en la caracterización de los dos personajes, apuntando hacia la solución a) de enigmas interpretativos de las fuentes de las que disponemos, y b) de la posible aclaración de la pregunta básica de quién fue el fundador del cristianismo (casi seguro, ninguno de los dos, sino los discípulos de Pablo durante varias generaciones).
Recuerdo que Joel Marcus (el autor de un Comentario, buenísimo, al Evangelio de Marcos, en dos volúmenes, editado en español por Sígueme, Salamanca) decía que D. C. Allison –coautor con W. D. Davies de un Comentario al Evangelio de Mateo– le había escrito advirtiéndole de que desconfiara de cualquier idea suya, dentro de su comentario, que no hubiera sido dicha ya varias veces en la investigación de los últimos doscientos años.
Pues bien, el libro de Gómez Segura tiene un buen monto de ideas seminuevas (quizás una o dos nuevas) que son de interesante consideración. Además está escrito en una prosa limpia y clara, muy ordenada, muy legible e inteligible, que no introduce notas al texto (abundantes) a pie de página, sino que las reserva para el final, de modo que la lectura discurra sin tropiezos. Consecuentemente la lectura de este libro resulta sencilla y fácil. Pero ello no significa que sea un libro de mera divulgación, sino de investigación… solo que investigación pura y dura, novedosa, presentada de un modo sencillo y ameno.
En la contracubierta de su libro el autor mismo comenta, en diálogo con estudiosos de estos años, que la gran dificultad que conllevan las recientes aportaciones en la interpretación de los datos ofrecidos por las cartas de Pablo y los evangelios consisten en el uso de técnicas nuevas que iluminen problemas añejos. Por ello, en la obra que comentamos, Gómez Segura se preocupa de presentar los principales métodos –algunos muy conocidos; otros novedosos–, tanto analíticos como deductivos, mediante el análisis y aclaración de textos importantes de los dos conjuntos de textos, sobre Jesús y de Pablo, aludidos.
Gómez Segura ha estudiado muchísima arqueología clásica grecolatina y semítica y a la vez es un experto en sintaxis griega (su tesis doctoral lo demuestra). Lo novedoso de su aproximación interpretativa es la aplicación del método arqueológico a la aclaración de un texto, el Nuevo Testamento, un método que estudia los diferentes pasajes en estratos cronológicos sin confundirlos. Logra así relacionar los dos personajes más importantes de la cristiandad (Jesús y Pablo) en un solo libro sobre todo en su pensamiento teológico. Además no se trata de un mero análisis de estas figuras fuera de sus condicionantes vitales, sino en el marco religioso concreto del “judaísmo que adora a Yahvé en el siglo I de nuestra era que se enfrenta a Roma”.
Me uno a lo que dice el editor al respecto, a saber, que en este interesantísimo libro encontramos muchos análisis etimológicos de traducciones “desgastadas por la teología” en un planteamiento tomado de las técnicas arqueológicas, técnicas que de “principio al fin del libro muestran una unidad”. Ello hace fácil la divulgación de lo que en muchos libros se queda solo para los especialistas y no llega al gran público.
Así que estoy encantado con la aparición de este libro, por lo que felicito muy sinceramente a mi colega (y a pesar de eso amigo) y al director de Dilema por haberlo publicado. Como he anunciado comentaré en próximas postales algunos puntos del libro que me parecen interesantes y de los que he aprendido mucho.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
www.antoniopinero.com