Pregunta vital para los orígenes del cristianismo. Según se responda está en juego incluso si existió, o no, la denominada "Iglesia de Pedro" como matriz principal del cristianismo naciente. ¿Fue Marcos discípulo de Pedro o de Pablo? (II)

Blog 12, nº 1270. 15-12-22

Mar Pérez Marcos paulino

Escribe Antonio Piñero

Olvidé hacer hincapié en mi primera entrega / comentario, la semana pasada, al libro de Mar Marcos, en su Introducción (en la que justifica y delimita el tema), olvidé, repito, señalar lo que supone un cambio de paradigma para el pueblo cristiano que es creyente practicante. A saber, es un cambio de paradigma para el pueblo declarar en un libro sobre la teología de Marcos que ella, la autora, solo acepta siete cartas auténticas de Pablo y rechaza como espurias, secundarias, aunque canónicas, otras siete atribuidas a Pablo, pero que fueron escritas por sus discípulos.

En efecto ese creyente sigue oyendo decir en las lecturas de la misa dominical:  “Lectura de la Primera carta de san Pablo a Timoteo”…, e ignora que sus teólogos saben que esa formulación no es correcta. Opino que hay un gran desfase en la práctica entre lo que los exegetas católicos enseñan en las universidades e institutos de teología y lo que siguen manteniendo en los oficios litúrgicos, que es lo que verdaderamente llega al pueblo. Quizás se debería ir animando a los responsables de las homilías dominicales que instruyan al pueblo sobre lo que piensan de verdad sus teólogos. En este caso y en otros.

José Montserrat en la Introducción del volumen "Los Libros del Nuevo Testamento" (del que anuncié ya la tercera edición en doce meses) escribe a propósito del problema de la pseudonimia en el corpus de escritos cristianos que la “pseudonimia supone en muchos casos, la intención de defraudar se deduce de los términos en los que el suplantador se presenta explícitamente como el suplantado”.  Y luego añade: “Términos eufemísticos como «relectura» o «presentificación» –para pasar de largo por el problema de pseudonimia–  no son más que recursos desesperados para intentar soslayar el problema teológico de un inspirador divino que se comunica a través de falsificadores”. Teológicamente, sostengo, este problema debe abordarse y explicarse al pueblo cristiano.

También quisiera insistir en lo que ya escribí comentando la contracubierta del libro…, a saber que estoy profundamente de acuerdo con el enfoque de Mar Pérez u Díaz en su obra. Ciertamente el primer evangelista es un discípulo intelectual de la teología paulina. Y no puedo menos que estar de acuerdo porque es una tesis que he defendido desde siempre, y que he puesto de manifiesto hace ya suficientes años. Por ejemplo, en mi “Guía para entender el Nuevo Testamento”, sexta edición desde 2006 (si se cuenta también la digital); en mi obra “Guía para entender a Pablo de Tarso. Una interpretación (no una introducción, que también lo es, sino un poco más) del pensamiento paulino de 2019 y que va por la segunda edición.

Y tanto más debo defender la posición de Mar Pérez, porque es la base del volumen  “Los Libros del Nuevo Testamento", la edición del Nuevo Testamento no denominada así porque no sigue el orden usual de los libros que en este corpus se contiene. No comienza esta obra, edición /comentario del Nuevo Testamento,  por el Evangelio de Mateo y lo demás, sino que sitúa en primer lugar la Primera Carta de Pablo a los tesalonicenses escrita probablemente en año 51 de la era común al judaísmo y el cristianismo. Igualmente defiendo la misma postura básica que Mar Pérez i Díaz en mi libro “Aproximación al Jesús histórico”, de 2019 y que va por la cuarta edición. Creo que la idea ha tenido por mi parte suficiencia presencia pública en lengua española.

Escribí en mi comentario de la semana pasada lo siguiente:

Todo estupendo (en este libro)…; pero para una edición española podría haber recurrido a bibliografía española… ¡también! Pero la ignora. Con ello contribuye animosamente al proverbio Hispanicum est non legitur “Está escrito en español. ¡No se lee!”; o no se cita ni por los españoles mismos. Naturalmente en esto no estoy de acuerdo. Y en la próxima entrega espero poder demostrarlo. 

Naturalmente, estas obras que acabo de mencionar no están recogidas en el pensamiento (lo veremos) y en bibliografía de Mar Pérez i Díaz (“Sección 3. Estudios paulinos”). Y lo mismo le sucede a otros trabajos de autores independientes en lengua española como los de José Montserrat, G. Puente Ojea y F. Bermejo, que parten del mismo presupuesto (el evangelio de Marcos depende teológicamente de la concepción paulina de Jesús de Nazaret) al que llega Mar Pérez tras un sesudo estudio. ¿Debo agradecer esta no mención bibliográfica, al igual que agradecí a Mercedes Navarro Puerto, que en su bibliografía sobre las mujeres y la Biblia no recogiera en el listado mi obra, puramente filológica e histórica, “Jesús y las mujeres”, que va por la segunda edición? Reflexiono…

Pues a lo mejor sí debo agradecerlo, porque estas ausencias demuestran un cierto sesgo por parte de autores confesionales y que sus opiniones deben ser comentadas y criticadas con crítica positiva y constructora.

Por el contrario, parece que los autores independientes en lengua española no tenemos empacho en leer y comentar cortés y educadamente en la mayoría de las ocasiones la bibliografía española al respecto de lo que tratamos. Yo, al menos, no dejo de alabarla en todo lo que tiene de bueno. Y fíjense en un hecho curioso e instructivo, el artículo de unas 30 páginas de C. Gil sobre el fracaso del proyecto de Pablo y su reconstrucción sí aparece en la p. 276, de la bibliografía…, pero no las obras citadas arriba. Hay un sesgo claro.

Por tanto y he demostrado hasta aquí lo que dije en mi postal anterior.

Y ahora volviendo al libro de Mar Pérez i Díaz: creo que es estupendo en líneas generales, y necesario, aunque yo pueda tener otras perspectivas.

Y concluyo con una cita de la autora en la p. 17 sobre las cuestiones  teológicas “recogidas en el mundo de la exégesis” (añado confesional) “como características de la teología de Pablo”. Son las siguientes:

  • Importancia de la teología de la cruz

  • La libertad cristiana

  • La crítica a la Ley

  • El amor al prójimo

  • La apertura a los paganos

  • El no patriarcalismo

  • La relación con el poder romano

  • El concepto de Evangelio

  • Jesús presentado como un nuevo Adán

  • Debate sobre la pureza

  • La justificación (es decir, preciso, la absolución de los pecados de cada ser humano ante el tribunal de Dios) por la fe

  • La importancia del Templo

  • La relación con los discípulos y la victoria sobre los demonios.

Con ello pretende la autora contrastar el fondo teológico del Evangelio de Marcos y encontrar en él las huellas del pensamiento paulino.

Con el devenir de los días discutiré /dialogaré con el texto de la autora sobre aquellos pasajes cuya interpretación no me parece oportuna o muy dudosa, al menos.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

www.antoniopinero.com

NOTA

Enlace a una entrevista que me hizo Alonso Naranjo Arias, en su canal “Indagando la Biblia”:

https://youtu.be/xhmbzd-3hDI

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