Dios hoy
TEOLOGÍA DE LA SOCIEDAD
Equipos teológicos
Pone Marx el dedo en la llaga al subrayar la importancia de los bienes materiales que tanto influyen en los bienes espirituales(ideas metafísicas o teológicas). "Eres más listo que el hambre", sentencia el pueblo del Arcipestre de Hita y del autor de Poderoso Caballero es Don Dinero.
Cuenta San Francisco Javier, en sus correrías de Marco Polo por Japón, que algunos bonzos que se convirtieron confesaron "que ellos no podían sacar las almas de los que iban al infierno; pero que, si aquello no predicasen, que no tendrían ni qué comer ni qué vestir". Estos bonzos eran grandes mercaderes de una variación del comercio de las indulgencias denunciado por Lutero y más tarde por Marx(opio del pueblo).
Cristo ya denunció, adelantándose a Lutero y a Marx, el comercio de las indulgencias, la venta de una teología de la que viven los Sumos Sacerdotes, Levitas y otros lobos capitalistas disfrazados de corderos religiosos.
Pero, ¿por qué denunció Cristo este juego como juego sucio, por qué Lutero denuncia el comercio de las indulgencias como trampas del juego o Marx la explotación de la teología como una trampa del juego o Marx la explotación de la teología como una trampa ética condenable? ¿Por qué hacemos un monumento en el altar de la Iglesia y de la calle a Cristo por haber nacido en un pesebre, por haber vivido pobre, por haber muerto pobre, por haber perdido el juego económico?.
¿Por qué muchos se convirtieron a la doctrina de Marx, creyeron en él, perdieron dinero por buscar un mundo más solidario, más humano, menos injusto? ¿Todo marxista en el fondo es un capitalista disfrazado, movido también por el afán de ganar el juego económico?
¿No hay ninguna diferencia entre un malvado explotador capitalista y un marxista o comunista practicante de los que no cambian porque haya caído el Muro de Berlín o haya fenecido la URSS, sino que sigue cantando la Internacional, hace su señal de la cruz levantando el puño y sigue venerando su cruz o media luna, es decir, la hoz y el martillo?
¿Hay alguna diferencia entre el comunista que tira por la borda el Manifiesto Comunista, la hoz y el martillo, Marx y la Internacional porque ahora "no se vende el marxismo" y el que sigue fiel más que nunca contra viento y marea?
Muchas teologías y filosofías están manejadas o manipuladas por el afán de ganar el juego económico. Está todavía por investigarse a fondo cuántas tesis doctorales o juegos académicos a cátedra no están manipulados por el afán de conseguir bienes materiales, una mensualidad fija hasta la edad del retiro.
Sin embargo, hay que hilar muy fino en el juego económico para ver en qué medida está regida por el juego ético y teológico. Es difícil encontrar un juego humano en el que no se juegue a la vez un juego ético y teológico. No es siempre y no en todos los casos -aquí Marx exageró y confundió la cabeza con el dolor de cabeza, como su cofrade de tribu Lutero- el juego económico rige y dirige el juego ético y teológico.
Tiene toda la razón teológica del mundo Carlos Marx cuando denuncia la teología del comercio con las indulgencias, del "habeis convertido la casa de Dios en cueva de ladrones, creando un nuevo tema teológico de la economía con lo de "opio del pueblo". "Bienaventurados los pobres, porque ellos heredarán la tierra", consuelan con sarcasmo los patricios, los capitalistas que son bienaventurados porque ellos poseen la tierra.
Ahora somos ricos, pero no os preocupéis, en el otro mundo seréis ricos y el buen Dios os hará justicia. Marx denuncia esta trampa del juego económico o capitalista, trampa ética y teológica. Solución: si suprimimos la cabeza que produce este dolor ético y teológico habremos suprimido este dolor.
Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL