Dios hoy




TEOLOGÍA DE LA SOCIEDAD

El equipo judío

Los judíos (ateos, ortodoxos, ultras, derechas, izquierdas, patricios y plebeyos), desde que Yahvé les llevara a su tierra prometida, siguen jugando en el equipo de Yahvé, que es a la vez una geópolis(sociedad que se define, delimita por un territorio común, su tierra, como bien saben los palestinos que juegan en el equipo de Alá).

Barbara Myerhoff fue una colega mía en la USC, University of Southern California, en Los Angeles, brillante antropóloga que ganó un Oscar por su programa Number Our Days. Un día la invité a un concierto de Andrés Segovia que fue uno de mis queridos amigos con el que almorcé, me paseé por los caminos de Bach y de Unamuno (quien en un do ut des amigable inició a Andrés Segovia en la filosfía y éste al autor del Sentimiento Trágico de la Vida en el mundo de Bach y de Vivaldi).

Ay ¡cuanto lo siento!, me contestó Barbara Myerhoff, pero tengo que ir a la sinagoga. Pues, ¿no eres una piadosa atea, Brbara?, le dije. (Y tú, ¿no eres un antropólogo cultuaral, my dear Antonio?. Cuando yo voy a la sinagoga y se deserrollan los libros sagrados, me siento judía, ejerzo de judía. Soy judía prácticamente. No creo en Dios, como un Dios creador, personal y todo eso. Pero para mí Yhavé, Moisés, David, la sinagoga, la huida del mar Rojo, la circuncisión es mi cultura que, al estar en la diáspora, es más mía, más sagrada, más adolatrada.

La antoprología cultural que me ha permitido reconciliarme
con mi tribu, como tú bien dices. Precisamente, tu serie Las Reglas del Juego me ha ayudado a comprender más mi sentimiento tribal. ¿Cómo me haces tú esa pregunta?.

Yo, claro, le hacía esa pregundta "haciéndome el sueco, dando cuerda a un colega convirtiéndolo en nativo. No quiere el antropólogo dejar que escape ninguna pieza que se ponga a tiro.

No hay Marx, ni Freud, ni Nietzsche, ni Einstein que pueda eliminar a Yahave de la escena teológica y geopolítica de Israel, de los judíos, incluso de los judíos que se denominan (erróneamente)ateos, no digamos de los rabinos como el abuelo de Carlos Marx.

No digamos de los los ortodoxos que el sábado no deben ni siquiera llamarse por teléfono, ni abrir la tienda para vender siquiera sea "agua de Lourdes" (puede un judio,
aunque sea el judío usurero según la caricaturización cristiana, perder dinero al no abrir su tienda un sábado, por respetar el Sabbath."Sí, pero lo hace para que Yahvé le premie por portarse bien, o sea, por móviles económicos, me argumenta un marxista de los ortodoxos o fundamentalistas).

Los judíos son un equipo teológico, teopolítico y geopolítico. Los romanos invadieron y conquistaron a Israel en el clásico, viejo y nuevo, juego de las tribus o geópolis: convertirlas en satélites (económicos y a la vez teopolíticos).El emperador romano Tito destruyó el templo de David, destrozando a la vez su sistema religioso y/o administrativo.

Los judíos perdieron sus templos, sus ejércitos, sus rabinos y sus políticos (la separación de la Iglesia y el Estado, incluso en sociedades "tan laicas" como Estados Unidos es una buena intención desmentida por el "In Gog We Trust" de los dólares, el presidente que debe ser protestante y, si es católico es con protestas de los protestantes, por los sermones del capellán del Parlamento, por el "God bless Américade las liturgias tribales, que son tanto teológicas como políticas).

Han vivido durante siglos en geópolis cristianas o arabo musulmanas, en las que han sido perseguidos, expulsados, quemados u obligados a convertirse a una religión extraña, extranjera, de los gentiles (los no elegidos por Yahvé).

Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy

Ediciones NOBEL
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