Dios hoy



Equipo Cristiano

(Cont., viene del 30 mayo)

Gana el juego una prostituta que ha desempeñado el papel de madre con los que han ido en busca de un cuerpo, pero que han encontrado mucho más: afecto, compasión, cariño, y pierden el juego los Sumos Sacerdotes que desprecian a las prostitutas a las que recurren sin haber leído a Quevedo: "puto es quien a putas fuere").

Gana el juego teológico el que pierde el juego económico, pero no "el que hace de la necesidad económica virtud, no el que dice "si a mí me toca el gordo lo repartiré entre los pobres, sino el que reparte los cien millones que le han tocado entre los más pobres y destituidos. Su predicación "sin pelos en la lengua" con unos tonos "anticlericales" y "subversivos", molesta e inquieta al establisment (palabra en boga y moda marxista hace unos pocos años que parecen siglos)religioso/político.

Se alían loa Anás y Caifás con sus enemigos de tribu dominante, los poncio pilatos para barrer de la escena a un subversivo de extrema izquierda peligrosísimo. A la ejecución no acude casi nadie. Solamente su madre, una prostituta amiga suya y y un discípulo y amigo. Sus discípulos -pocos- se escapan como alma que se lleva el diablo. Se quedan desilusionados porque creían que Jesús sería el Mesías que librara a Israel de los maldados imperialistas, los romanos. Pero poco a poco comienzan sus discípulos a hacerse cristianos.

Pablo de Tarso, que no ha conocido a Jesús, va a desempeñar un papel fundamental en la fundación de una variación del tema judío hasta convertirse en uno de los equipos teopolíticos más elaborados, distintos y duraderos de la familia. Pablo de Tarso es judío practicante y fundamentalista, se diría hoy, y persigue ferozmente a este grupo de disidentes o herejes que amenazan la ortodoxia judía. El primer martir o protomartir, San Esteban, es ejecutado por un pelotón de "ultraderechistas"
en jerga de hoy, presidido por Saulo de Tarso.

Pero este zelote o judío ultra se convierte, y como todo converso se hará "más cristiano" que todos los cristianos. Pero, además este Pablo de Tarso es ciudadano romano, y, por otra parte, conoce la cultura griega ya que siendo su padre un comerciante judío rico, ha viajado y vivido en Grecia y en Roma. Conoce desde dentro las culturas judía, romana y griega. Pablo es, por tanto, una figura clave en el inicio y desarrollo del equipo cristiano/europeo. En el imperio romano los cristianos son percibidos como un grupo de ultraizquierdas, unos subversivos peligrosos.

Una vez más podemos observar -desde las premisas del antropólogo que ni entra ni sale en el tema de la intervención directa de Dios o de la gracia, dejando este terreno para el análisis a los que habitualmente se llaman teólogos- cómo este primer equipo de cristianos se unifica, se fortalece, se revitaliza, al ser atacado y perseguido fieramente en la calle, en el anfiteatro, en el trabajo.

Poco a poco este pequeño equipo, relegado a las catacumbas, presentado al público como una secta peligrosísima, va creciendo, va tomando adeptos, va haciéndose una mancha de aceite. Al fin, el emperador Constantino en el año 313 funda la Democracia Cristiana, haciendo de un grupo subversivo la religión oficial, la nueva religión del imperio.

Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy

Ediciones NOBEL
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