Dios hoy
Equipo musulmán
(Cont., viene del día 20)
Le pasó a Tank en España como a Marx (o al equipo teopolítico de Marx) en Rusia venció, es decir, ganó el juego militar, pero no convenció, es decir, no gano el juego teologico/teopolítico. Dios anda también entre los fusiles. Einstein durante la Primera Guerra mundial dio con sus huesos en la cárcel por ser un abanderado del pacifismo
En esa época practicaba la religión de la ciudadanía universal y de la paz a ultranza, tirando el agua sucia de la tribus sin haber tenido la preocupación previa de sacar al bebé de la gran riqueza y variedad multisecular que produce el juego de las tribus. Hitler, al atacar fieramente a su equipo judío, dió cuerda al sentimiento tribal que Einstein llevava en su ordenador cerebral y no sólo en su matrícula genital, y no sólo de convirtió a su tribu, sino que decidió poner sus conocimientos al servicio de la "inteligencia" de Estados Unindos para que su ejército pudiera fabricar la bomba atómica y pudiera dar en la cresta militar al equipo de Hitler.
Aqquí nos topamos con la teología militar, un tema fascinante que está por explorarse. El Yahvé de un judío, Einstein, pese a su feroz militancia antinacionalista y pese a su cruzada antimilitarista que le lleva a la cárcel, incide de manera crucial en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Einstein decide colaborar estrechamente con un equipo militar y teopolítico que no es el suyo (el cristiano) para salvar a su equipo teopolítico/geopolítico(el judío)que está declarado de muerte y en peligro de extinción. Volvamos al equipo de Tarik.
El 711 es una fecha clave para entender la gestión y desarrollo de España comp equipo político y/o teopolítico. El verdadero Dios se llama Alá, la nueva teología es la musulmana y el Dios de los ejércitos que gana el juego militar es el revelado por Mahoma. Comienza el juego de "moros" y "cristianos", dos equipos teológicos que van ha echar una partida teopolítica. Este es juego y estos son los equipos. Se abre la temporada y comienza la liga.
Al principio, el equipo moro de Tarik va ganando los primeros partidos de liga con asombrosa facilidad. No hay fax, ni televisión, ni radios ni CNN, pero a pesar de todo, corre la noticia como la pólvora. El nuevo equipo, los moros, va ganando el juego.
Pero esta victoria militar no logra convencer a los cristianos de que su teología es falsa. Por el contrario, ocurre un milagro: Santiago se ha aparecido a Ramiro I, un rey cristiano, Don Pelayo, apoyado por la Santina que se le ha aparecido, ha ganado la primera partida militar. La media luna sufre el primer descalabro militar/teopolítico. La Santina tenía razón. Almanzor toma buena nota. Hay que mostrar y demostrar a los cristianos que Santiago en el que creen y al que invocan puede ser derrotado.
Concibe un plan, si destruye Santiago, si puede probar que Santiago al que invocan antes de las batallas es derrotado, machacado, humillado, ganará la batalla teológica. Los cristianos abandonarán sus iglesias y preferirán orar en las mezquitas; en vez de invocar a Santiago, invocarán a Mahoma. Se percata Almanzor que deben vencer y convencer. No basta vencer. Deben ganar el juego teológico/teopolítico/teomilitar.
Almanzor se sale con la suya. Conquiista Santiago, saquea la ciudad, como el emperador romano Tito, destruye el Templo de David de los cristianos de España (aún no españoles). Cuando Tito destruyó el templo de David, sin duda creyó haber machacado para siempre la fe de los judíos en Yahavé, en su Tora y en sus sinagogas. ¿Cómo no les había defendido Yahavé, si era su Dios y ellos su pueblo elegido? ¿Con este tipo de aliados y protectores, para qué querían enemigos? Pero le salió el tiro teológico a Tito por la culata militar.
Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy
Ediciones NOBEL