Dios hoy



Equipo musulmán

"¿Es usted español, verdad?" me preguntó un taxista en Los
Ángeles (1987). Yo también soy español, me dijo en inglés. "¿de dónde?", le pregunté en el idioma de Sancho. "Bueno,
no hablo español. Soy jordano y musulman.

Pero, cuando digo que soy español quiero decir que hay una esmeralda en Navarra que es nuestra y que un día la recuperaremos. Cuando digo que soy español, quiero decir que un día recuperaremos la Mezquita de Córdoba y oraremos en un templo que nosotros lo construimos y es nuestro. Cuando digo soy español, quiero decir que un día recuperaremos la Giralda de Sevilla y la Alhambra de Granada que nosotros construimos y que son nuestras. ¿No le parece?. Me quedé desconcertado.

En Roncesvalles está, en efecto, la esmeralda de Miramamolin y, por supuesto, está en el escudo de Navarra y de España y, por tanto, en los bolsillos de todos los españoles en los que la calderilla va un despojo de guerra militar/teológica. Mi ordenador cerebral extrajo de sus archivos ante aquel discurso inesperado de aquel "moro" en los Ángeles la frase de Ortega y Gasset: "Bastaría que los moros o los japoneses asomaran la coleta para que los europeos cerraran filas".

En cualquier caso, los hechos nos muestran y demuestran que Almanzor y Tito se equivocaron. El equipo judío y cristiano fueron derrotados en el terreno de juego de las armas pero no en el terreno de juego de las creencias teopolíticas.

¿Què ocurrirà con el equipo marxista, tan teológico como el que más, ahora que el Almanzor del equipo rival, no con una victoria militar del Imperio-del Bien, sino con una victoria más prosaica, la de la falta de munición económica (uno de los credos marxistas, entre paréntesis)le ha asestado un duro golpe y le ha quitado los mandos políticos, militares y teológicos? ¿Cómo reaccionará el equipo marxista al ver la hoz y el martillo pisoteados los, las colosales estatuas de Lenin tiradas por tierra, al ver su templo de David destruido y hollado, al contemplar sus sistemas políticos y teopolíticos como las ruinas de Itálica famosa?

¿Saldrá este equipo, el marxista, fortalecido y vigoroso? ¿Será el principio de su fin? Los siguientes capítulos de la aventura de la familia humana tienen la respuesta. Los que han jugado a adivinar (sobre todo cuando la adivinanza es "científica") cómo serán los siguientes capítulos de la novela humana e incluso al final de la novela se han equivocado siepmre, "gracias a Dios". Si sabemos el final de la novela, ya no resulta divertida.

Dijo Madariaga que la Historia es la novela de Dios y que, como todo autor, nos sorprende siempre y por eso nos divierte. Dios es como Shakespeare", oigo y veo a Don Savador en uno de nuestros paseos por la Academia de Platón y de Jacques Monod. Como en las las obras de Shakespeare, hay en la vida humana y en la historia, tragedias y absurdos, pero Dios cono Skakespeare, nos envía un mensaje en su obra vista como bosque y no sólo como árboles.

Ver: José Antonio Jáuregui, Dios hoy

Ediciones NOBEL
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