Marx y la Biblia
3. Ley y civilización
3. La civilización
El caso de Pablo es idéntico al de los profetas. Lo que él denuncia en judíos y gentiles como "digno de muerte" (Rom 1, 32), es lo que siempre ha sucedido en todos los pueblos. Pero él no se avergüenza del evangelio (Rom 1, 16), pues sabe que en el evangelio se revela la justicia de Dios que salva precisamente de todo esa injusticia
A Pablo no sólo no se le oculta que ésta es la que existe en todos los pueblos, sino que la base de su mensaje es exponer que efectivamente esa adikía impera en todos los pueblos (Rom 1, 18-3, 20).
No hay equívocos en la posición de Pablo: el "pecado" del que nos va a hablar en los capítulos 4 al 11 (la palabra "pecado" aparece 45 veces; en los cuatro evangelios aparece 41 veces), adquiere su significado estable la primera vez que aparece en Rom 3, 9 como resumen de la adikía de judíos y gentiles: "Pues dejamos ya probado que judíos y griegos están todos bajo el pecado".
Entender de otro modo el "pecado" de los capítulos siguientes es olvidar la estructura de la carta, que quiere tener como base la descripción de la adikía 1,18-3, 20; lo único que "ha probado" antes de 3, 9 es que tanto sobre judíos como sobre gentiles impera la adikía, y eso lo llama ahora "estar bajo el pecado"...
La tesis de la carta a los romanos es 1, 16-17: porque en él se revela la justicia de Dios, por eso es salvación el evangelio. Pero la verdad de esta tesis depende de la verdad de la demostración (1, 18-3, 31), la cual tiene dos partes: pues ya está operante en el mundo la ira de Dios en punición inmanente de injusticia interhumana (1, 18-3, 20), pero ahora se ha manifestado la justicia de Dios que salva de la ira (3, 21,31.
Si no tomamos en serio la demostración (1, 18-3, 20, tendremos que resignarnos a no tomar en serio la tesis de la carta a los romanos.....
El reino de Dios, del cual Pablo textualmente nos dice que es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom 14, 17), puede verse descrito con todos esos términos (reino, paz, justicia, Espíritu de lo alto) en los veinte vesículos de Is 32, incluyendo en v. 6-8 la descripción de los injustos que serán eliminados.
Igualmente en Is 9, 3-6; Miq 5, 1-3; Am 9, 11-15.....
Una interpretación no evasiva del "dignos de muerte" de Rom 1, 32, parece que puede asumir con Pablo toda esa esperanza del reino y al mismo tiempo la inequivocable terrenidad de éste y la justicia de Dios como una nueva realidad de dimensión social en la historia humana.
La única alternativa que parece quedar abierta es la de
atribuir a "retórica" los primeros capítulos en los que Pablo cimienta todo su mensaje a los romanos, pues otra explicación de la pena de muerte contra los inmisericordes, ambiciosos etc., parece no existir.
Cuando Otro Michel constata que en Pablo la "justicia de Dios es al mismo tiempo sentencia judicial y salvación escatológica", hace constatar algo de importancia extrema...La justicia de Dios que llega es sentencia judicial contra los injustos preciasamente porque salva de ellos a la humanidad; es salvación porque es sentencia efectiva contra los injustos. Es "el acontecimiento escatológico que ya ahora se revela"...
---Ver: José P. Miranda, Marx y la Biblia. Crítica a la filosofía de la opresión
Ediciones sígueme 1975.
PD Quiero decir a los lectores que en este libro que seguimos, se habla poco de Marx, se le menciona al principio y se le compara a los profetas del antiguo testamento, pero lo que trata es de la exégesis bíblica y en ella resalta la justicia social para que todos los ciudadanos del mundo vivan con la misma dignidad. Esa es la voluntad del Dios Bíblico y del evangelio de Cristo.
También los lectores pueden hacer el comentario que consideren oportuno.
3. La civilización
El caso de Pablo es idéntico al de los profetas. Lo que él denuncia en judíos y gentiles como "digno de muerte" (Rom 1, 32), es lo que siempre ha sucedido en todos los pueblos. Pero él no se avergüenza del evangelio (Rom 1, 16), pues sabe que en el evangelio se revela la justicia de Dios que salva precisamente de todo esa injusticia
A Pablo no sólo no se le oculta que ésta es la que existe en todos los pueblos, sino que la base de su mensaje es exponer que efectivamente esa adikía impera en todos los pueblos (Rom 1, 18-3, 20).
No hay equívocos en la posición de Pablo: el "pecado" del que nos va a hablar en los capítulos 4 al 11 (la palabra "pecado" aparece 45 veces; en los cuatro evangelios aparece 41 veces), adquiere su significado estable la primera vez que aparece en Rom 3, 9 como resumen de la adikía de judíos y gentiles: "Pues dejamos ya probado que judíos y griegos están todos bajo el pecado".
Entender de otro modo el "pecado" de los capítulos siguientes es olvidar la estructura de la carta, que quiere tener como base la descripción de la adikía 1,18-3, 20; lo único que "ha probado" antes de 3, 9 es que tanto sobre judíos como sobre gentiles impera la adikía, y eso lo llama ahora "estar bajo el pecado"...
La tesis de la carta a los romanos es 1, 16-17: porque en él se revela la justicia de Dios, por eso es salvación el evangelio. Pero la verdad de esta tesis depende de la verdad de la demostración (1, 18-3, 31), la cual tiene dos partes: pues ya está operante en el mundo la ira de Dios en punición inmanente de injusticia interhumana (1, 18-3, 20), pero ahora se ha manifestado la justicia de Dios que salva de la ira (3, 21,31.
Si no tomamos en serio la demostración (1, 18-3, 20, tendremos que resignarnos a no tomar en serio la tesis de la carta a los romanos.....
El reino de Dios, del cual Pablo textualmente nos dice que es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom 14, 17), puede verse descrito con todos esos términos (reino, paz, justicia, Espíritu de lo alto) en los veinte vesículos de Is 32, incluyendo en v. 6-8 la descripción de los injustos que serán eliminados.
Igualmente en Is 9, 3-6; Miq 5, 1-3; Am 9, 11-15.....
Una interpretación no evasiva del "dignos de muerte" de Rom 1, 32, parece que puede asumir con Pablo toda esa esperanza del reino y al mismo tiempo la inequivocable terrenidad de éste y la justicia de Dios como una nueva realidad de dimensión social en la historia humana.
La única alternativa que parece quedar abierta es la de
atribuir a "retórica" los primeros capítulos en los que Pablo cimienta todo su mensaje a los romanos, pues otra explicación de la pena de muerte contra los inmisericordes, ambiciosos etc., parece no existir.
Cuando Otro Michel constata que en Pablo la "justicia de Dios es al mismo tiempo sentencia judicial y salvación escatológica", hace constatar algo de importancia extrema...La justicia de Dios que llega es sentencia judicial contra los injustos preciasamente porque salva de ellos a la humanidad; es salvación porque es sentencia efectiva contra los injustos. Es "el acontecimiento escatológico que ya ahora se revela"...
---Ver: José P. Miranda, Marx y la Biblia. Crítica a la filosofía de la opresión
Ediciones sígueme 1975.
PD Quiero decir a los lectores que en este libro que seguimos, se habla poco de Marx, se le menciona al principio y se le compara a los profetas del antiguo testamento, pero lo que trata es de la exégesis bíblica y en ella resalta la justicia social para que todos los ciudadanos del mundo vivan con la misma dignidad. Esa es la voluntad del Dios Bíblico y del evangelio de Cristo.
También los lectores pueden hacer el comentario que consideren oportuno.