El Mito de la Globalización Neoliberal


"Allí donde la propiedad es un derecho individual
y donde el dinero sea la medida universal
jamás podrá reinar la justicia
y la prosperidad social" (Tomás Moro)

2.6. DE LA POSTMODERNIDAD A LA UTOPÏA

La utopía de la humanidad libre y justa sobre una tierra habitable


La sensibilidad de los llamados "Nuevos Movimientos Sociales" ha detectado cómo la triada llamada productivismo, militarismo y patriarcalismo dominan nuestra sociedad. En relación directa con este tipo de actividades se ve peligrar la vida sobre la biosfera debido al expolio de la naturaleza, a la contaminación de la atmósfera y de las aguas, a la desrucción de la capa de ozono...etc.

La paz del mundo peligra dadas las necesidades de vender, usar y gastar el arsenal armamentístico acumulado por las grandes potencias mundiales. Las relaciones entre los géneros y las culturas se afixian bajo el sostenimiento del otro como forma de interación.

Entonces, ¿elegimos tener más cosas para ser más felices y entramos en la dinámica y el crecimiento y la explotación, o nos contentamos con menos e instauramos unas relaciones nuevas con la naturaleza?, ¿queremos seguir solucionando los problemas a nivel biológico por la fuerza bruta, o entramos en los caminos del diálogo y la discusión razonada?, ¿nos imponemos a los otros rebajándolos y sometiéndolos, o los aceptamos (por razón de género, raza, cultura...)como iguales y capaces de crear relaciones auténticas entre todos?

Hay que elegir. Hay que torcer el camino que estamos llevando. Hay que cambiar de estilo de vida. Así irá surgiendo la utopía de la humanidad libre y justa sobre una tierra habitable.

En este sentido las propuestas de los "Nuevos Movimientos Sociales" se orientan hacia :

-La limitación del crecimiento y el control de la
explotación de los recursos naturales, la restricción
del consumo, y el cambio de valores que hacen depender
del deseo de poseer más y más y más cosas.

-El diálogo y la solución pacífica de los conflictos,
mediante el desmantelamiento del complejo industrial-
militar y la creación de instancias internacionales
de control y solución de los comflictos. Todo ello
acompañado de una progresiva interioración de un estilo no agresivo, ni impositivo en la solución de los pro blemas.

-La promoción de unas relaciones basadas en la igualdad
y la confianza mútua, actitudes que facilitan la ercanía y la amistad.

Es posible por tanto humanizar la sociedad

Comenzábamos hablando de esperanza y es inevitable acabar con la misma palabra. Utopía y esperanza van unidas, la una sin la otra pierden su sentido. Tener esperanza significa estar presto en todo momento para lo que todavía no ha nacido, pero existe ya en germen, y utopía es ponerse a proyectar lo idealmente posible para mañana.

Cuando se descubre la propia historia personal como parte de proceso colectivo es cuando se adquiere conciencia de los derechos humanos, civiles, sociales y políticos.

Por tanto, hoy más que nunca es preciso crear nuevos focos de
actividad y de identidad que reactiven la vida pública y la democracia:

- Activando la crítica social por la vía de la acción cultural", que transforme el espíritu de enajenación y
pasividad en uno de participación y resposabilidad
ciudadana.

- Promoviendo una nueva conciencia política que busque el
bien común y tome como referencia a los excluídos por
la lógica neoliberal.

- Manteniendo y activando también la "compasión solidaria"
actitud necesaria para hacerse cargo responsablemente de
la sociedad y de sus miembros más necesitados.

Si Realmente queremos trabajar por esa nueva cultura más humanizadora, parece necesario el embarcarse en dicha empresa acompañados por otros. Unirte a personas con las que poder compartir los pasos que vayamos dando hacia esa UTOPIA. Esos grupos, a parte de ser los mejores antidotos contra el individualismo, nos ayudarán a desterrar ese gran sentimiendo de impotencia que tantas veces nos ronda y que nos echa para atrás.

Las propuestas utópicas que hemos intentado esbozar expresan las ansias que todos tenemos de un cambio radical. Es una tarea que nos urge a todos, y más cuando hay victimas que lo están pagando con su vida; y es un camino que debiera ser entusiasmante, por lo que tiene de liberador y humanizante.

Ver: El Mito de la Globalización

Neoliberal
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