El Mito de la Globalización Neoliberal


"Allí donde la propiedad es un derecho individual
y donde el dinero sea la medida universal
jamás podrá reinar la justicia
y la prosperidad social" (Tomás Moro)


2.3. INTERÉS PARTICULAR Y BIEN COMÚN

2.4. DE LA JUSTICIA AL FRACASO

(Cont., viene del día 12)

La insensibilidad social de los integrados al sistema es una característica de nuestra sociedad. Los ideales sociales de lucha, forjados en la solidaridad internacional del movimiento obrero, han dado paso a los ideales individualistas en una carrera frenética por tener más y más. La mayoría no se siente interpelada por el sufrimiento de los demás. La única interpelación surge del miedo a perder la seguridad y protección del bienestar material alcanzado

La crisis social afecta en la medida en que podemos vernos alcanzados por la misma. Los integrados al mercado se sienten víctimas de los pobres. Por ello, crecen las islas-fortaleza en el seno de las ciudades; aparecen los más sofisticados sistemas de seguridad; aumentan los cuerpos de seguridad de los Estados; se crean bancos centralizados a disposición de los servicios del orden; se alzan barreras de todo tipo para frenar el avance de los desheredados del Sur.

Se produce una inversión, en palabras de Jung Mo Sung: "Los beneficiarios de nuestro sistema económico injusto se transforman en víctimas y las víctorias se transforman en culpables". Se culpabiliza a los pobres y se produce una desvinculación de la "suerte de los perdedores".

Todo lo anterior son ejemplos sistemáticos del impacto de la ideología neoliberal utilizada para absolutizar el mmercado y justificar todo tipo de medidas encaminadas a la concentración y gananca del capital, desarticular iniciativas solidarias y promover una concepción del hombre individualista y abstracta. Así, los individuos acuden al mercado, individualmente, entrando en el juego natural de la oferta y la demanda en "igualdad" de condiciones con el resto de los actores.

Y como no hay nada más natural que el mercado, el éxito o fracaso dependerá de las potencialidades de cada uno,
de forma que aquellos situados en la marginalidad del sistema serán unos fracasados. Bajo ningún concepto, el sistema permitirá que se descubran las injusticias inherentes al mismo.
Por ello, el mercado aparecerá como el mejor de los sistemas posibles y la exclusión como consecuencia indeseable de segundo orden.

Dado el panorama descrito, avanzamos hacia una sociedad cada vez más polarizadora. La historia se ha escrito y se escribe en la dirección que abre y ha escrito cada vez más y más la brecha entre los poderosos y los excluidos. Tras la II Guerra Mundial, la maquinaria ideológica preparó el camino en el que se iba a realizar la globalización económica. No se escatimaràn esfuerzos ni recursos en reclutar pensadores y dominar medios de comunicación, que hagan posible que las ideas antes de tener consecuencias prácticas en la vida, sean asimiladas a nivel de las conciencias. Se asegura de este modo que las posibilidades del fracaso del neoliberalismo sean mínimas, al menos en cuanto a lo que pueda deberse a fuerzas internas a sí mismo.

En general, las sociedades occidentales experimentaron tras el fin de la guerra un aumento del bienestar. Ello no sólo significa un aumento de la calidad de vida en general, sino también y fundamentalmente, la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. El proceso se aceleró vertiginosamente con la caída del "Muro de Berlín", instaurando poco a poco a lo que se ha dado en conocer como "Nuevo Orden Internacional, es decir, la hegemonía de los países occidentales sobre el resto del mundo.

Veamos brevemente cuales han sido las causas que en los distintos ámbitos de la realidad han conducido a la pérdida del sentido de injusticia. (Lo veremos otro día)

Ver: El Mito de la Globalización

Neoliberal:
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