El Mito de la Globalización Neoliberal
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"Allí donde la propiedad es un derecho individual
y donde el dinero sea la medida universal
jamás podrá reinar la justicia
y la prosperidad social" (Tomás Moro)
"¿Debe hacerse una revolucion? Sí es
nuestra exigencia espiritual profunda.
Entoces preparémosla.Y para quien no
puede culminar queda al menos testimo
niar. Para quien ha dado un gran testi-
monio la vida no está vacía
(E. MOUNIER)
DESDE DONDE NO SE CAMINA HACIA LA MILITANCIA
¿Cómo es entonces la verdadera militancia?
¿Qué rasgos le caracterizan?
Queremos evitar las falsas imágenes de dogmatismo, intolerancia o disciplina autoimpuesta que han pesado sobre el concepto de militancia. Frente ante un militante sin goces ni disfrutes, ácido, amargado y pesimista, queremos destacar el gozo profundo de vivir de acuerdo con un ideal de forma libre y liberadora, de una vida llena de sentido y realización personal.
El militante es protagonista de su vida, posee un ideal y lucha por él
El militante es el que quiere ser actor de la vida y no un mero espectador. No permanece indiferente ante los hechos aunque se equivoque, porque la obra que tiene ante sus manos "es nada menos que la valoración del mundo, y aun antes, la valoración del ser humano2" (G.Rovirosa, militante obrero). Se aventura inventando caminos porque no hay caminos predeterminados ni destinos probados. No delega su cuota de poder, de saber, de influencia, de tiempo, sino que la ofrece, a todos los niveles: familia, vecinos, educación, trabajo, organizaciones sociales.
Posee una utopía que va revitalizando y a la que mira como meta que orienta su vida, porque la utopía es una forma de esperaranza y "la esperanza es la decisión militante de vivir en la certeza de que no hemos explorado todo lo posible si no intentamos lo imposible"(Garaudy).
Enamorarse, oscilar proyectarse, oscilar, proyectarse hacia un ideal porque cuando la persona se siente satisfecha deja de ser persona y empieza a vegetar. En cambio, el absoluto es lo que compromete cada momento infinitamente, más allá de uno mismo. "Es al buscar lo imposible como el hombre ha realizado y reconocido siempre lo posible, quienes están limitados a lo que les parece posible no han avanzado nunca un solo paso". (Bakunin).
El militante posee sensibilidad ante el dolor
Otro rasgo que caracteriza al militante es la sensibilidad y la capacidad de indignación ante el dolor del otro. No se queda en una vida demasiado protegida que le amortigue el dolor ante el tremendo sufrimiento personal y social existente: la holgura, la alegría, la abundancia inundan de tal modo el alma que ésta se aleja de todo sentimiento de solidaridad hacia la miseria de los demás y secan la fuente de la compasión." (Boussuet).
Por ello, hay que poseer hambre y sed de justicia, que nos quemen y nos despierten ante la realidad del pobre, de su sufrimiento y su humillación, con la urgencia vital de anhelar una vida digna para todos: "Hay que sumergirse en el río humano para vibrar con las confidencias de las esperanzas y fracasos, para participar de los trabajos, para descubrir el drama más profundo de la vida.
Es menester bañarse en el mar humano hasta sentir la propia alma próxima a las almas de los otros hombres y mujeres, es preciso trabajar juntos, haber frecuentado el hogar, vislumbrado la luz de los ojos cuando el alma se abandona confiada, padecer hambre y sed con los otros, jugarse la vida con ellos, encontrarse en la lucha y en las alegrías más inocentes."(Guillermo Rovirosa).
El militante va contra corriente y posee una cosmovisión
El militante va contra los ídolos del momento. Sabe que no hay garantías, que hay que inventar constantemente, sin dormirse ni instalarse. Para esta tarea no valen la pereza, la rutina ni la falta de imaginación.
Ha de poseer además memoria histórica, porque la propia historia es un trampolín para andar y es maestra de vida. Y debe, imprescindiblemente, tener una cosmovisión y una antropología, es decir, una visión del mundo y del ser humano que configure su actuar: "Los poseedores de)...un cuerpo de doctrina definido y de convicciones profundamente arraigados sobre él, estarán en una mucho mejor posición para tratar con los cambios y sorpresas de los asuntos diarios, que aquellos que meramente toman una visión de corto vuelo, y contentan sus impulsos naturales de manera que van siendo evocados por lo que llevan cada día.". (Churchill).
En esto es bueno aprender de los militantes libertarios, que siempre han tratado de poseer un gran nivel cultural en todas las ciencias sociales y humanas. De esta forma, no se depende del intelectual ni del tecnócrata de turno, sino que aprende a discurrir por cuenta propia, por medio del estudio, el debate, el diálogo y la reflexión. Todo lo cual no se aprende necesariamente con más facilidad con los medios más avanzados. EE.UU, la potencia tecnológica número uno del mundo, política y socialmente deja mucho de desear: "No será la técnica lo que libere al hombre, sino la cultura, ética, política y humana." (H. Saña)
Ver: El Mito de la Globalización
Neoliberal
Desafíos y Respuestas
"Allí donde la propiedad es un derecho individual
y donde el dinero sea la medida universal
jamás podrá reinar la justicia
y la prosperidad social" (Tomás Moro)
"¿Debe hacerse una revolucion? Sí es
nuestra exigencia espiritual profunda.
Entoces preparémosla.Y para quien no
puede culminar queda al menos testimo
niar. Para quien ha dado un gran testi-
monio la vida no está vacía
(E. MOUNIER)
DESDE DONDE NO SE CAMINA HACIA LA MILITANCIA
¿Cómo es entonces la verdadera militancia?
¿Qué rasgos le caracterizan?
Queremos evitar las falsas imágenes de dogmatismo, intolerancia o disciplina autoimpuesta que han pesado sobre el concepto de militancia. Frente ante un militante sin goces ni disfrutes, ácido, amargado y pesimista, queremos destacar el gozo profundo de vivir de acuerdo con un ideal de forma libre y liberadora, de una vida llena de sentido y realización personal.
El militante es protagonista de su vida, posee un ideal y lucha por él
El militante es el que quiere ser actor de la vida y no un mero espectador. No permanece indiferente ante los hechos aunque se equivoque, porque la obra que tiene ante sus manos "es nada menos que la valoración del mundo, y aun antes, la valoración del ser humano2" (G.Rovirosa, militante obrero). Se aventura inventando caminos porque no hay caminos predeterminados ni destinos probados. No delega su cuota de poder, de saber, de influencia, de tiempo, sino que la ofrece, a todos los niveles: familia, vecinos, educación, trabajo, organizaciones sociales.
Posee una utopía que va revitalizando y a la que mira como meta que orienta su vida, porque la utopía es una forma de esperaranza y "la esperanza es la decisión militante de vivir en la certeza de que no hemos explorado todo lo posible si no intentamos lo imposible"(Garaudy).
Enamorarse, oscilar proyectarse, oscilar, proyectarse hacia un ideal porque cuando la persona se siente satisfecha deja de ser persona y empieza a vegetar. En cambio, el absoluto es lo que compromete cada momento infinitamente, más allá de uno mismo. "Es al buscar lo imposible como el hombre ha realizado y reconocido siempre lo posible, quienes están limitados a lo que les parece posible no han avanzado nunca un solo paso". (Bakunin).
El militante posee sensibilidad ante el dolor
Otro rasgo que caracteriza al militante es la sensibilidad y la capacidad de indignación ante el dolor del otro. No se queda en una vida demasiado protegida que le amortigue el dolor ante el tremendo sufrimiento personal y social existente: la holgura, la alegría, la abundancia inundan de tal modo el alma que ésta se aleja de todo sentimiento de solidaridad hacia la miseria de los demás y secan la fuente de la compasión." (Boussuet).
Por ello, hay que poseer hambre y sed de justicia, que nos quemen y nos despierten ante la realidad del pobre, de su sufrimiento y su humillación, con la urgencia vital de anhelar una vida digna para todos: "Hay que sumergirse en el río humano para vibrar con las confidencias de las esperanzas y fracasos, para participar de los trabajos, para descubrir el drama más profundo de la vida.
Es menester bañarse en el mar humano hasta sentir la propia alma próxima a las almas de los otros hombres y mujeres, es preciso trabajar juntos, haber frecuentado el hogar, vislumbrado la luz de los ojos cuando el alma se abandona confiada, padecer hambre y sed con los otros, jugarse la vida con ellos, encontrarse en la lucha y en las alegrías más inocentes."(Guillermo Rovirosa).
El militante va contra corriente y posee una cosmovisión
El militante va contra los ídolos del momento. Sabe que no hay garantías, que hay que inventar constantemente, sin dormirse ni instalarse. Para esta tarea no valen la pereza, la rutina ni la falta de imaginación.
Ha de poseer además memoria histórica, porque la propia historia es un trampolín para andar y es maestra de vida. Y debe, imprescindiblemente, tener una cosmovisión y una antropología, es decir, una visión del mundo y del ser humano que configure su actuar: "Los poseedores de)...un cuerpo de doctrina definido y de convicciones profundamente arraigados sobre él, estarán en una mucho mejor posición para tratar con los cambios y sorpresas de los asuntos diarios, que aquellos que meramente toman una visión de corto vuelo, y contentan sus impulsos naturales de manera que van siendo evocados por lo que llevan cada día.". (Churchill).
En esto es bueno aprender de los militantes libertarios, que siempre han tratado de poseer un gran nivel cultural en todas las ciencias sociales y humanas. De esta forma, no se depende del intelectual ni del tecnócrata de turno, sino que aprende a discurrir por cuenta propia, por medio del estudio, el debate, el diálogo y la reflexión. Todo lo cual no se aprende necesariamente con más facilidad con los medios más avanzados. EE.UU, la potencia tecnológica número uno del mundo, política y socialmente deja mucho de desear: "No será la técnica lo que libere al hombre, sino la cultura, ética, política y humana." (H. Saña)
Ver: El Mito de la Globalización
Neoliberal
Desafíos y Respuestas