Un pueblo oprimido y reprimido

S. Agustín, a través de su madre Santa Mónica,
comenzó a asistir a ser profundamente impactado por los sermones de San Ambrosio. Asímismo, leyó la historia de un gran orador San Pablo.

Un día cuando San Agustín estaba en el jardín orando a Dios para que le ayudara con la pureza, escuchó la voz de un niño cantándole: "Toma y lee; toma y lee" (Confesiones, Cp.8). Con ello, él se sintió inspirado a abrir su Biblia al azar, y leyó las palabras de la carta de San Pablo a los Romanos capítulo 13,13-14: "...nada de comilonas y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias".

Este acontecimiento marcó su vida, y a partir de ese momento pudo permanecer casto por el resto de su vida. Esto sucedió en el año 386. Al año siguiente,387, San Agustín fue bautizado en la fe Católica.

San Juan Bosconació en Italia un 16 de agosto. Pasó sus primeros años trabajando como pastor de ovejas, y recibió su primera educación del sacerdote de su parroquia.

En 1835 entraba en el seminario, y seis años después era ordenado sacerdote. Marchó a Turín , Realizaba muchas visitas a las cárceles de la ciudad, y viendo la situación en que vivían muchos niños que habitaban en la zona, decidió dedicar su vida al rescate de estos pequeños marginados. Muy pronto sus alumnos se verían atrapados por una bondad que nunca antes habían conocido.

Ver: Ver: José Manuel Coviella Corripio
Los santos fueron seres humanos
S. Melchor de Quirós
Ediciones CyC